El verano está ya aquí y los viajes de vacaciones o en busca de la playa para los clásicos domingueros se suceden cada semana. Y con ellos la temeridad de algunos conductores, que con tal de ir más cómodos y frescos en el coche, cometen infracciones que a menudo desconocen. Una de las más comunes es el uso de chanclas al volante, para lo que siempre está la eterna duda de si se puede o no.
Pues la Guardia Civil lo aclara a través de su canal de TikTok, donde un agente explica que sí se puede conducir en chanclas, siempre y cuando no sea peligroso o pueda provocar un accidente. El agente lo deja claro: “Sí se puede, salvo que el uso de este calzado interfiera en la conducción y pueda provocar un accidente”.
Se puede conducir con chanclas si no es peligroso
Con la aclaración del agente de Guardia Civil, queda abierta la posibilidad de poder usar chanclas para conducir, siempre y cuando valoremos que esto no supone un peligro para nosotros mismos y para el resto de conductores o acompañantes en el vehículo.
El poder sancionar el hecho de conducir con chanclas o cualquier otro tipo de calzado que pueda interferir en la conducción queda también un poco al juicio del agente de turno.
La ley deja libertad al conductor
Este hecho, tal y como lo explica la Guardia Civil, está recogido en el artículo 18 del Reglamento de Circulación: “el conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía”.
Por lo que el artículo deja libre albedrío no solo en el uso de chanclas, sino en el de otros complementos que también podrían comprometer la conducción, como es por ejemplo el uso de gorra o de gafas poco apropiadas.
Multas de hasta 200 euros por infracción leve
Si el agente valora sancionarnos por llevar elementos que dificultan la conducción y ponen en riesgo la seguridad vial, nos puede poner una multa de entre 80 y 200 euros, en función de que lo considere una infracción leve o una infracción grave dependiendo de las circunstancias.