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"Aprendí a hablar con las ratas": Sin estudios, Kevin comenzó su negocio de control de plagas a los 28 años y esto es lo que gana ahora

Trabaja atacando ratas, ratones, chinches, orugas procesionarias y cualquier insecto o animal que genere insalubridad en la vivienda.

Kévin Granada-Rios con su empresa
Kévin Granada-Rios con su empresa de control de plagas Kosmos |Emploi Le Figaro
Antonio Montoya
Fecha de actualización:
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¿Tienes una plaga? No te preocupes, Kevin acaba con ella. Este hombre de 33 años tiene una empresa dedicada a eliminar plagas de los espacios más cotidianos a los menos frecuentados. A diario su equipo busca acabar con la proliferación de los insectos y animales más indeseados en aquellos rincones donde a veces resulta difícil acceder. Registran los lugares más insospechados de la región de Île-de-France en busca de las peores plagas. 

Sin estudios ni formación específica, Kevin Granada-Rios se convirtió en empresario de un sector sanitario poco apreciado pero crucial: el control de roedores. Y fue un poco de rebote: "Empecé a los 19, un poco por casualidad", dice Kevin. Por aquel entonces, sin titulación, trabajaba en obras de construcción hasta que un día uno de sus primos le consiguió una entrevista en una pequeña empresa de control de plagas. 

"El primer día, me mandaron solo a un sótano oscuro, con una lámpara de teléfono en la mano, con ratas correteando a mi alrededor. Me puse histérico". A pesar de esta primera experiencia tan difícil, el aspecto técnico y la autonomía del trabajo le conquistaron, decidiendo seguir dedicándose a ello.

“Aprendí a hablar con las ratas, […], a comprender sus hábitos”

Tras casi 10 años en la misma agencia de control de plagas, Kevin ascendió de técnico a jefe de equipo y luego director. "Me formé en YouTube, con libros y a través de informes. Aprendí a hablar con las ratas, a comprender su reproducción y sus hábitos", resume. 

Con una gran experiencia en el sector y después de miles de situaciones que le hicieron aprender y mejorar en su trabajo, en 2020, cuando aún tenía 28 años, lanzó su propia empresa especializada en control de plagas: Kosmos Solutions. “Empecé con los recursos a mano: tres cajas de productos para el control de roedores, un camión y algo de equipo. Empecé a trabajar en casa de vecinos y conocidos”, recuerda.

Ahora gana 1,2 millones de euros controlando plagas

Después de 5 años con su empresa en activo, ahora su equipo cuenta con 12 personas, dedicadas a operaciones en toda la región parisina. En 2024, la empresa alcanzó una facturación de 1,2 millones de euros sin impuestos.

El trabajo diario de un controlador de plagas es intenso y exigente: “Realizamos hasta seis o siete operaciones al día. Una operación sencilla dura aproximadamente una hora, pero algunas, sobre todo las de chinches, pueden llevar de dos a tres horas”, explica.

Pero, al contrario de lo que muchos creen, su trabajo no consiste solo en echar veneno: “Aplicar una lata de veneno para ratas es el 1% del trabajo. El resto es observación y análisis. Hay que entender por qué está ahí el ratón, evitar que vuelva, tranquilizar y aconsejar al cliente”.

Su equipo interviene en todas partes, incluso donde menos te lo esperas. “Un día, desraticé los sótanos de una central nuclear. Los empleados dormían allí y les llevaban la comida... Uno de los repartos trajo ratones”, cuenta.

Un controlador de plagas principiante gana entre 1.500 y 1.700 euros

En cuanto al salario, un controlador de plagas principiante gana entre 1.500 y 1.700 € netos al mes. Un técnico intermedio puede alcanzar fácilmente los 2000 € netos. Y para ciertos perfiles poco comunes y altamente cualificados, los ingresos pueden superar con creces esa cifra: “Para tratar palomas, por ejemplo, se necesita el CACES (Certificado de Cualificación Profesional) para trabajar en altura con una cuna, o formación específica sobre amianto (SS4). Estos perfiles pueden alcanzar los 3.000 euros netos, o incluso más”, explica. Actualmente, como empresario, Kevin consigue un salario anual de entre 50.000 y 70.000 € netos, o aproximadamente entre 4.167 y 5.833€ netos al mes.

Para trabajar como técnico aplicador de productos de higiene, basta con un certificado de Certibiocida (un curso de formación de tres días). Pero Kevin advierte: “Mucha gente se propone convertirse en controlador de plagas después de eso, a veces sin ninguna habilidad. Hay que tener cuidado con las estafas”. 

En Francia, según el Ministerio de Trabajo y el CS3D (el principal sindicato del sector), hay 957 empresas especializadas en 3D (exterminación con varillas, desinsectación y desinfección) con una facturación anual de unos 900 millones de euros. Y el sector está contratando: “Nunca ha experimentado una crisis y prospera porque siempre hay plagas. Aunque no sea un trabajo atractivo, tiene un significado. Es práctico, útil y merece ser reconocido y atractivo para los jóvenes”, acaba Kevin, para defender su labor, a veces poco apreciada por la mayoría de personas.