Se venden aldeas abandonadas en Galicia desde los 13.000 euros: cómo comprarlas

Comprar una aldea abandonada en Galicia para poder destinarla a la promoción del turismo o como inversión inmobiliaria es posible gracias a unos precios que bajan de los 50.000 euros.

Una aldea abandonada en la Ribeira Sacra
Aldeas a la venta precios bajos. Europa Press
Berta F. Quintanilla

La España vaciada abre múltiples posibilidades de negocio, para atraer población y mejorar la estructura empresarial, especialmente en las aldeas abandonadas. Comprar uno de estos pueblos deshabitados cuesta menos que un piso en ciudades como Madrid, Barcelona o Sevilla. Las posibilidades son muchas: desde destinarlo a una empresa turística con casas rurales, o como lugar de residencia habitual donde, incluso, se podría trabajar.

Por menos de 50.000 euros se puede comprar una de estas localidades abandonadas. Muchas de ellas requieren de una reforma, en la que habrá que respetar ciertos aspectos relativos a la construcción para no perder la imagen tradicional. En los anuncios publicados por diferentes inmobiliarias como Aldeas Abandonadas, destacan que existe buena conectividad wifi en la mayoría de ellas, por lo que convertirlas en residencia e incluso en oficina híbrida no es descabellado.

Se pueden encontrar auténticas gangas con un precio de 13.000 euros para una casa de pueblo de 4 habitaciones y 250 metros cuadrados en A Peroxa, en Casarizas (Ourense). Otra empresa especializada en la venta de estas fincas rurales (terrenos.es) muestra una vivienda que vale 13.000 euros, con una amplia zona ajardinada.

Recientemente, se anunció que una pareja holandesa había aprovechado una de estas ofertas para adquirir un pueblo abandonado en Burgos. Esto demuestra que no se trata de una ‘moda’ que se dé sólo en España, sino que traspasa las fronteras para hacerse internacional.

Las aldeas a la venta más baratas en Galicia

Una de las aldeas más baratas se encuentra en A Coruña, donde se puede encontrar un espacio típico de la cultura gallega, con casas de piedra y 700 metros cuadrados de superficie. Las viviendas a reformar tienen horno, bodega, e incluso un manantial de agua cercano a una playa fluvial. Cuesta 49.000 euros, tras una gran rebaja. 

En La Costa da Morte venden un conjunto rural a reformar con posibilidades de convertirse en un punto referente para el turismo. La aldea sólo tiene 3 vecinos, y está bien comunicada, cerca de las playas. Además, tiene 2 hórreos (construcción de almacenaje típica de Galicia). Vale 49.000 euros pero necesita reforma. 

Hay otro pueblecito abandonado en Lugo, en la zona de la Mariña, concretamente en Celeiro. En este destaca que está perfectamente conectado tanto con la autopista como con el área de playas. Está a la venta y es ideal para empresas que estén buscando invertir y poder expandirse. 

Ourense y Pontevedra tienen aldeas desde los 59.000 euros

En Ourense hay un enclave rural que ha vuelto a bajar de precio, ahora cuesta 59.000 euros y los propietarios avisan: es la última rebaja. Se trata de una aldea con 4 viviendas, más otras edificaciones. De estas, una de ellas podría aprovecharse sin reformar. Los nuevos propietarios podrían instalarse sin problema, porque cuenta con calefacción eléctrica y agua caliente con calentador de gas. La segunda vivienda también está en condiciones, y cuenta con utensilios para poder arar el campo. 

En Pontevedra también se venden dos casas rurales que cuentan con una gran finca, muy valiosa porque se encuentra al lado de la costa, y por la que piden 99.000 euros. Su proximidad a localidades como O Porriño, y la estética de la aldea, con muros de piedra y cocina e instalaciones muy vistas en el Norte (Galicia, Asturias o País Vasco), la hacen destacar. 

Inversión de futuro

Muchos de los que se interesan por comprar aldeas abandonadas por la España Vaciada lo hacen por las grandes opciones y las posibilidades de inversión que ofrecen. Por ejemplo, para poder teletrabajar desde allí o comenzar su propio negocio turístico.

Galicia, con importantes atractivos como el Camino de Santiago y miles de peregrinos que buscan alojamientos rurales a buen precio, es un buen sitio para estas inversiones. Lo habitual es que se convierta en la vivienda habitual del nuevo comprador, pero en cualquier caso, también podrá ser su puesto de trabajo.

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