Una conocida marca alemana de coches deportivos, Isdera, se ha declarado en quiebra ante el Tribunal de Distrito de Saarbrücken. Han presentado toda la documentación con la que acreditan la insolvencia y sus trabajadores serán despedidos. Esta marca era muy cotizada por los amantes de los coches de línea deportiva, que aunque tienen un precio muy elevado (hasta 400.000 euros), marcaban tendencia en varios países.
Como explica el medio italiano Money la desaparición de esta icónica marca ha dejado en shock a los alemanes. Eso sí, los que tengan en sus cocheras los modelos Imperator 108i o el Commendatore 112i serán propietarios de auténticas joyas que a partir de este mes dejarán de fabricarse.
Aunque la compañía ha tenido varios intentos de mantenerse a flote gracias a alianzas con fabricantes chinos y a varios cambios de propietarios, sus modelos eléctricos e híbridos no se han consolidado en el mercado.
Isdera, una empresa innovadora en el sector del automóvil
Isdera siempre ha estado a la cabeza de la innovación en el sector del automóvil destacando con diseños como las puertas en alas de gaviota, los espejos retrovisores de periscopio y un motor a la última. Fue fundada en el año 1982 por Eberard Schulz y siempre se ha caracterizado por la defensa de que cada coche debe ser tratado de manera individualizada.
Como explica el medio italiano, en caso de querer realizar un pedido, es posible contactar con el CEO de la empresa, y aunque la producción siempre ha sido baja (por eso son tan exclusivos) aún es posible contar con uno de estos vehículos de coleccionista.
Cuando comenzaron a venderse, el precio estaba entre los 100.000 y los 400.000 euros, para sus modelos más legendarios como el Imperator 108i, o el Commendatore 112i. En 1993, con este último modelo se realizó una prueba con la que le pusieron un motor Mercedes de 12 cilindros y 620 caballos. Sólo se produjo un ejemplar.
El Commendatore GT, el último intento de salir a flote
En 2016 Isdera fue vendida a Sinfonía Automotive AG que contactó con inversores chinos para intentar reflotar la marca. Su primer modelo conjunto, el Commendatore GT era 100% eléctrico y estaba inspirado en los más antiguos.
Pero no tuvo el éxito esperado y a pesar de haber abierto una nueva fábrica en el país asiático, los números no subían. La quiebra ha llevado, eso sí, a que el precio de estos coches se dispare en el mercado, y en 2021 se vendió el Commendatore 112i en una subasta por 1,2 millones de euros.

