El Gobierno de España, a través del Ministerio de Industria y Comercio, tiene como objetivo lanzar un proyecto piloto en el que las pequeñas y medianas empresas (pymes) españolas implanten una reducción de la jornada laboral de 4 días sin tener que rebajar los sueldos de los trabajadores. Para hacerlo más atractivo, los empresarios podrán optar a una ayuda de hasta 150.000 euros.
Esta decisión no está tomada a la ligera. Era una exigencia del partido político Más País para apoyar al PSOE y a Unidas Podemos en la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado 2023. Actualmente, este proyecto piloto cuenta con un presupuesto de 10 millones de euros.
Además, el Ejecutivo mandó a consulta pública el pasado junio estudiar que se regulara el impulso de la jornada laboral de cuatro días en las pymes del sector de la industria. Ahora se espera que esa orden se publique en los próximos meses. Pero, ¿cómo afecta esto a los empresarios y trabajadores industriales?
Requisitos para que las pymes soliciten la ayuda de 150.000 euros
En el documento ofrecido aún no se explica cuáles son las condiciones específicas para que las pymes españolas soliciten la ayuda de hasta 150.000 euros. El único requisito que es conocido hasta el momento es que se produzca una reducción mínima del 10% del horario laboral.
Otras de las condiciones más genéricas recogidas es que las empresas deben incorporar medidas organizativas, de procesos productivos y de formación para generar una mejora de la productividad que compense en el caso de haber mayores costes salariales. También se fijarán indicadores para medir la evolución de esa productividad.
Todavía habrá que esperar a que en el próximo año se apruebe de forma definitiva esta decisión del Gobierno. Aunque hay un presupuesto bastante amplio, la cantidad de empresas que podrán optar a la ayuda es de entre 60 y 70, a las que se podrán sumar otras 100 más si la decisión tiene efecto positivo y de crecimiento.
¿Cuáles son los beneficios de la reducción laboral de 4 horas?
Este proyecto piloto presenta varios beneficios, tanto para los trabajadores como para los empresarios. Algunas de las finalidades será mejorar la productividad, la conciliación laboral, la igualdad de oportunidad y la salud física y mental de los empleados.
Con el fin de respaldar ese esfuerzo inicial, las pymes pueden optar a ayudas directas temporales por esos costes que deben asumir por la reducción de horario laboral y la implementación de nuevas fórmulas de organización y de formación.
Otro de los beneficios que se estudia es la financiación parcial de los costes salariales que se sumen a la reducción de la jornada, los costes de formación para la optimización del tiempo de trabajo, los costes de colaboraciones externas u los del personal interno para el diseño de procesos.
Este proyecto no tiene porqué salir mal si se cumple con los objetivos mencionados anteriormente. En Europa ya se tiene constancia de otra prueba piloto, la de Reino Unido. En el país anglosajón han dado buenos resultados para empresarios y trabajadores y las 70 empresas que participaron en el proyecto han mantenido este modelo laboral.
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