Una salida de running o un entrenamiento funcional al aire libre en plena ola de calor pueden convertirse en un auténtico suplicio para muchos, menos para Lucía Aguado, entrenadora y divulgadora deportiva, que sabe cómo afrontarlo. “Entrenar en verano es, ohhh, genial”, dice de forma irónica, quejándose de lo que muchos piensan sobre entrenar con calor: “Otra influencer que no sabe lo que es el calor, lo que es tener pereza y querer estar en cualquier sitio menos aquí pegando berridos”.
Pero para ella, “entrenar en verano tiene algo especial” y lo defiende así: “El ritmo baja, los días son más largos y tenemos por fin ese tiempo que nos falta durante el resto del año, tiempo para ti, para cuidarte”, afirma Aguado, que habla de la importancia de no dejar de entrenar en verano, ya que la cerveza y el helado no perdonan.
De sentirse “fuerísima de lugar” en el gym a engancharse
Ella recuerda que entrenar en verano le recuerda a sus comienzos: “Yo empecé a entrenar un verano, había terminado las clases, empecé la jornada intensiva en la oficina, no tenía grandes planes, solo una necesidad dentro de mí de hacer algo para mí misma y un día sin pensarlo mucho entré aquí, bueno, no exactamente aquí, sino al gimnasio de mi barrio, ese con máquinas Herbport oxidadas”.
En aquel momento se sintió “fuerísima de lugar”. Con los días, algo cambió: “El entrenamiento dejó de ser una obligación y se convirtió en una forma de conocerme, de retarme. Y eso fue suficiente para querer volver al día siguiente. Y otra vez y otra vez y otra vez y ya no salí”.
Su mensaje para quien duda entre empezar ahora o esperar: “si estás dudando… empieza”. No hace falta “un lunes, ni la rutina perfecta, ni tenerlo todo claro”, solo un poco de tiempo y la decisión de usarlo bien. Tal vez “ese amor de verano te cambie la vida”.
Entrenar con calor también exige cabeza
Este mensaje llega en las semanas de más calor del año: el calor eleva las pulsaciones y puede bajar el ritmo, pero siempre hay formas de combatirlo. Una de las formas de luchar contra las altas temperaturas es evitar las horas de más calor a la hora de entrenar al aire libre, utilizando aparatos para entrenar en casa si el termómetro no da tregua o saliendo en las horas más frescas del día.
Hidratarse antes y después del ejercicio, hacer más descansos, tomar bebidas isotónicas o no realizar comidas pesadas justo antes de entrenar, son algunas claves que nos podrían ayudar a seguir con nuestros entrenos durante el verano.

