La polémica sobre la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales sigue encendida. Esta semana, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, se burló de la propuesta lanzada por la vicepresidenta Yolanda Díaz, recurriendo a Carlos Alcaraz como ejemplo: “¿Tú crees que Carlitos (Alcaraz) trabaja 37,5 horas a la semana? No. Es la cultura del esfuerzo, de sufrir, de saber qué pierdes y qué ganas”, declaró este jueves el Forbes Spain Economic Summit 2025.
La comparación con el tenista levantó críticas y encontró una respuesta especialmente contundente este sábado en laSexta Xplica. Desde el plató del programa, el joven estudiante Aritz Durán lanzó un mensaje directo al líder de la patronal: “Los trabajadores, y esto es un mensaje para el señor Garamendi, no pueden trabajar 37,5 horas y ganar 40 millones porque no son deportistas de élite”.
Durán no se quedó ahí y aprovechó para señalar la brecha entre los sueldos de la élite con la realidad precaria de la mayoría:
“Quizá usted, señor Garamendi, si trabaja 37 horas y media a lo mejor le rebajan su sueldo 10.000 euros, pero es que su sueldo está en 200.000, 300.000 o 400.000, no lo sé. La cosa es que hay que hablar conociendo la realidad de la gente”.
El problema, según Durán, es que con los sueldos actuales resulta imposible llegar a fin de mes: “Un trabajador que gana 1.200 euros al mes no se puede permitir una vivienda”. El estudiante añadió que la precariedad golpea de lleno a su generación: “Un joven como yo no puede ahorrar para pagarse un máster, muchos se tienen que endeudar porque en la pública no hay plazas”.
Contra la guerra de las generaciones
El joven también cargó contra el enfrentamiento generacional que, a su juicio, distrae del verdadero problema: la desigualdad. “Nos estamos enfrentando básicamente entre pobres”, advirtió, “estamos culpando a quienes cobran 1.500 euros, a nuestros padres y a nuestros abuelos”.
Durán también aprovechó su intervención para reivindicar el papel de las generaciones anteriores: “Abuelos que levantaron este país tras la guerra, que construyeron el Estado de bienestar y que se pudieron comprar casas porque también salían a la calle a luchar por sus derechos”. Y finalmente, lanzó un llamamiento a la movilización: “Hoy en día estamos un poco paraditos y tenemos que salir a reivindicar los nuestros”.