El teletrabajo implica más horas y es menos productivo que la presencialidad

A pesar de las bondades de la modalidad laboral en remoto, esta también tiene sus verdades impopulares. Un estudio señala que la sobredosis de las reuniones virtuales baja la productividad.

El teletrabajo implica más horas y es menos productivo que la presencialidad
Muchos trabajadores aseguran que el teletrabajo es menos productivo y se trabajan más horas
Javier Martín

El teletrabajo continúa muy de moda. Es, probablemente junto a la digitalización y la importancia de una reforzada Sanidad Pública, una de las grandes herencias que ha dejado la pandemia de la Covid-19. De poder desarrollar la jornada laboral desde casa, como impuso forzosamente el confinamiento, con la imposibilidad de abandonar el domicilio, y las posteriores restricciones se ha pasado a poder hacerlo donde se considere oportuno.

Por ejemplo, un trabajador residente en un pueblo de la Sierra de Madrid, como Collado Villalba tuvo la oportunidad de montarse su propia oficina en casa, alejado del ajetreo de la zona céntrica de la capital española, donde la empresa donde estaba contratado poseía sus oficinas.

Antes de la llegada del nuevo coronavirus debía hacer malabares para dejar a sus hijos en el colegio y sentarse puntual frente al ordenador.  Hoy, posee casi media hora más de tiempo gracias al teletrabajo. Todo ello sin contar el ahorro económico y ecológico.  Además de establecer el ambiente laboral preferido en cuanto a confortabilidad, sin ruidos ni distracciones.

¿Todo es positivo en el teletrabajo?

Como en todo, no. Al menos, así lo evidencia un estudio elaborado por los investigadores Michael Gibbs, Friederike Mengel y Christoph Siemroth, denominado ‘Trabajo desde casa y productividad: evidencia del personal y datos analíticos sobre profesionales de TI’, en el que se analiza el comportamiento de más de 10.000 empleados de una gran empresa tecnológica. La conclusión a la que llegaron fue la de que la modalidad laboral ejercida en remoto aumenta las horas de dedicación.

Para ello utilizaron un software o programa informático que registraba todos los movimientos de la muestra estudiada, y en el que observaron que las horas trabajadas en el teletrabajo se incrementaban un 30% si se compara con las empleadas en el periodo prepandemia. También se observó un aumento significativo de las tareas llevadas a cabo más allá del horario laboral.

Los datos, en este sentido, refuerzan a las sensaciones, como apunta asimismo al estudio, que expone una frase concreta muy repetida: “Desde casa trabajo más que desde la oficina”. En la práctica, aunque no en la gran mayoría de los casos, puede resultar así. Y este es uno de los grandes debates abiertos al respecto y en el que también debe profundizar la legislación.
 
Aunque el verdadero problema radica en la eficiencia de ese esfuerzo. Que sea rentable, en resumen. El estudio resume que la producción por hora teletrabajando se reduce un 20%. En otras palabras, en teoría se es menos productivo, aunque la teoría general vaya en sentido contrario. ¿Por qué?

Ello lo responden algunos factores como la sobredosis de reuniones virtuales o las pausas, más frecuentes, de carácter doméstico y que no acaban surgiendo en la modalidad presencial. El informe apunta que los teletrabajadores con hijos necesitan 20 minutos más al día para hacer las mismas cosas que hacían en la oficina.

El teletrabajo implica un esfuerzo mayor

Es lo que afirma Ferran Ramón-Cortés en ‘A 1.778 km de distancia’, un libro acerca de los retos que impone la comunicación online. Al hilo de ello, explica que la neurociencia indica la teórica causa de la mayor fatiga de la vertiente laboral en remoto que la presencial.

Una de ellas es la comunicación no verbal, ya que en las reuniones virtuales no está presente, obligando a redoblar el esfuerzo en la atención consciente. Además, avisa que apostar demasiado por la comunicación online favorecería el individualismo y el aislamiento.
 

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