La sanidad madrileña vuelve a estar en el punto de mira. Las largas jornadas de trabajo, el poco tiempo para atender a los pacientes, la presión constante por la falta de personal y la escasa retribución que reciben ha llevado a los profesionales sanitarios a reclamar, una vez más, por unas condiciones laborales justas.
Esta vez, José Manuel Portal, médico adjunto del Hospital Gregorio Marañón, de 38 años, ha sido quien ha querido contar su experiencia, en el programa ‘LaSexta Xplica’, tras 16 años en la sanidad pública madrileña, para visibilizar una realidad que afecta a miles de profesionales sanitarios.
Reclama sus derechos a la administración
El joven, natural de Salamanca, empezó en el mundo sanitario como enfermero. Con 24 años emigró a Madrid, donde empezó a trabajar y donde decidió que a lo que verdaderamente quería dedicarse el resto de su vida era a la medicina. Así, durante años compaginó noches de trabajo en el hospital con viajes diarios a Salamanca para poder estudiar la carrera.
Trabajaba de noche en el Gregorio Marañón y, al salir de mi jornada a las 8 de la mañana, me cogía un tren y me iba a Salamanca a estudiar a la facultad de Medicina”, señala. “Echaba mis horas en la facultad y al día siguiente me volvía”, añade haciendo hincapié en el “esfuerzo extra” que ha hecho durante varios años seguidos para poder llegar a donde está.
Sin embargo, denuncia que este esfuerzo no se haya visto compensado por la Comunidad de Madrid. “Tuve que reclamar judicialmente mi primer trienio como enfermero porque me lo denegaban”, asegura José Manuel, apuntando a la lucha contra la administración para reclamar sus derechos.
“Ayer trabajé 24 horas y mañana vuelvo a trabajar 24 horas”
Además de las trabas burocráticas también hay que sumar la sobrecarga laboral. “Yo trabajo 76 horas. Ayer trabajé 24, hoy estoy aquí y mañana vuelvo a trabajar 24 horas”, explica. Jornadas que, asegura, ponen en riesgo no solo a los profesionales sanitarios, sino también a los pacientes.
“Al final se producen muchos accidentes al salir, que además se considera in itinere, que es un accidente laboral porque estás agotado”, añade, recordando que esos siniestros se consideran laborales por producirse tras guardias asfixiantes.
El caso de José Manuel no es un caso aislado. Los médicos de la sanidad madrileña llevan años alertando de una situación límite, con guardias de 24 horas encadenadas que se han convertido en norma y con profesionales que llegan a doblar turnos para cubrir la falta de plantilla. El resultado, según advierten, es una generación de facultativos quemados, agotados y cada vez más tentados de abandonar el sistema público o marcharse a otras comunidades donde las condiciones laborales sean mejores.

