Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia: reconocer e impulsar para alcanzar la igualdad

Este 11 de febrero es el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia: la importancia de impulsar su papel en las disciplinas STEAM.

Una mujer programadora
11 de febrero: Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia Canva
Esperanza Murcia

Alcanzar la igualdad plena es una labor tan vital en la ciencia que la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró este día, 11 de febrero, como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Un día para reconocer el papel de las mujeres y niñas en la comunidad científica y tecnológica, pero también para impulsar su partición. 

Aunque en los últimos años ha aumentado el porcentaje de mujeres que cursan estudios universitarios, hay especialidades que siguen estando masculinizadas. Según datos del Ministerio de Educación para el curso 2022-2023, recogidos por el SEPE, es el caso de la Informática (84% de hombres) o las Ingenierías (69% de hombres). 

Estamos lejos de alcanzar la plena igualdad y esto impide a las mujeres acceder a los mejores empleos futuros: los sectores de Telecomunicaciones y Programación van a ser de los más demandados y, de momento, la representación de estas en los mismos es minoritaria. Por ello, hoy es una gran oportunidad para “visibilizar la necesidad de apoyar a niñas y mujeres para que tomen conciencia de que su talento, innovación y creatividad contribuye, de manera decisiva, al desarrollo de todos los sectores socioeconómicos porque, entre otras cosas, aportan nuevas perspectivas”, destacan desde UGT.

Se necesita también a las mujeres en las disciplinas STEAM (Science, Technology, Engineering, Arts & Mathematics – Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas) para hacer frente a los retos futuros y por este motivo es tan importante materializar estas necesidades en iniciativas reales, para que no queden en ‘papel mojado’. 

El grupo tecnológico GMV es un buen ejemplo de ello, desarrollando iniciativas dirigidas a despertar el interés de las niñas hacia formaciones técnicas, para romper las barreras sociales que fomentan esta desigualdad. Y lo hacen con el conocimiento que otorga operar en distintos sectores: espacio, aeronáutica, defensa y seguridad, ciberseguridad, sistemas inteligentes de transporte, automoción, sanidad, telecomunicaciones y tecnologías de la Información para AAPP y grandes empresas. 

GMV, ejemplo de impulsar

El grupo GMV desarrolla iniciativas tanto externas como internas. Comenzando por las primeras, apoyan anualmente a la Fundación Asti Talent & Technology con su programa STEM Talent Girl, que busca promover la presencia del sector femenino en áreas STEM. Mediante el mismo, compañeras de la corporación imparten charlas, clases magistrales y tutorías individuales, ofreciendo su experiencia y conocimientos a niñas en últimos cursos de secundaria, bachillerato y a estudiantes universitarias. 

“Siempre hemos tenido el compromiso de inspirar y colaborar con alumnos para acercarles el mundo empresarial durante su última etapa formativa a través de prácticas, poniendo en contacto a estudiantes con profesionales que les mostraran nuestras actividades y nuestra forma de trabajar, para reducir el espacio de incertidumbre existente entre los estudios superiores y la primera experiencia laboral”, explica su Performance Development Leader, Patricia Ayora, a ‘Noticiastrabajo’, reivindicando que “el ADN de GMV no puede ser entendido sin partir de la base de que nacimos en la universidad”.

Así pues, lo que la Fundación Asti les aportó fue la visión de “poner el foco en actividades que se adelantaran a la etapa de estudios superiores”. En este sentido, Ayora explica que, durante esa charla, se dieron cuenta de cuántas cosas podían hacer “por fomentar las vocaciones STEM y, sobre todo, en cómo podíamos ayudar a que más niñas se interesen por este mundo de las ciencias y tecnología. Eso es lo que hemos estado haciendo de la mano de ASTI y con grandes resultados. Durante estos 6 años hemos tenido la oportunidad de mostrar a las alumnas en qué consiste el trabajo de nuestras compañeras, responder a sus dudas no sólo por el tipo de actividad, sino también por cómo llegaron ellas hasta sus actuales puestos y ofrecerles tener referentes a su alcance. El feedback es tan positivo que muchas de ellas siguen manteniendo el contacto con sus mentoras”.

Bajo esa labor de apoyo y divulgación, también participaron en la VII edición del programa de mentoring de Excelencia, que forma parte del proyecto “Mujer e ingeniería” de la Real Academia de Ingeniería y AMETIC, dirigido a alumnas con expedientes académicos destacados de últimos cursos de máster de diferentes universidades españolas, entre otras jornadas científicas como “O Espaço à Quarta”, en colaboración con ‘Ciência Viva’ y la Agencia Portuguesa de Cultura Científica y Tecnológica.

El 11 de febrero no podría ser menos, aprovechando este 2024, como hicieron el pasado año, para organizar un ciclo de charlas impartidas por trabajadoras de GMV en los ciclos de 6º de primaria y 1º de ESO, de distintos centros educativos de la Comunidad de Madrid. Aunque el grupo también se preocupa por fomentar iniciativas internas que visibilicen a sus mujeres profesionales y la inclusividad, como es el programa Emerge (Empowering GMV women), promovido por empleadas de GMV para visibilizar y poner en contacto perfiles femeninos dentro de la organización. “A través de diferentes acciones como tertulias, sesiones de mentoring y formación, se persigue fortalecer sus posiciones profesionales, compartir expectativas, aspiraciones y experiencias y servir de apoyo”, detallan desde la empresa.

“Nos tenemos que encargar de dar a conocer a los alumnos todas las oportunidades laborales del mundo STEM”

Es una evidencia: el mercado ofrece y demanda perfiles tecnológicos y científicos, y con el paso de los años esa necesidad va a ser cada vez mayor. Son palabras, de nuevo, de Patricia Ayora, que tiene claro cuál es el papel fundamental que deben tener las empresas: “De lo que nos tenemos que encargar las empresas tecnológicas es de dar a conocer a los alumnos todas las oportunidades laborales que pueden estar a su alcance si se decantan por el mundo STEM, para que cuando tengan que escoger su formación cuenten con más información sobre las salidas profesionales”.

En este sentido, afirma que, aunque queda mucho por conseguir respecto a la presencia de las mujeres en los títulos STEM, sí que pueden afirmar que las iniciativas que están llevando a cabo tienen impacto, asegurando que desde GMV ven que la progresión en cuanto a número de mujeres con roles STEM se ha duplicado en 6 años. Sobre esta carencia, nos explica que en el último Congreso Internacional de Talento STEM se indicó que hay un factor común entre las estudiantes, independientemente del país donde viven, de su ciudad o de su escuela, y es que desconfían de su capacidad de poder estudiar una carrera STEM: “esto puede ser debido a que, en ocasiones, durante la etapa educativa, los adultos ponemos el acento en que lo importante es no cometer errores, cuando lo que ocurre es que se pierde la oportunidad de aprender sobre por qué no se ha llegado a la solución correcta”.

Por ello, enfatiza que la sociedad “debe animar a que las mujeres ganen en autoconfianza dentro de las familias, centros formativos y en las empresas, por lo que se deben crear espacios seguros en los que se permitan asumir riesgos, ser valientes y ambiciosas desde edades tempranas”. Al respecto, cree, “por supuesto”, que ayuda “el dar visibilidad a las mujeres STEM que han hecho historia, pero también mostrar a las mujeres que están haciendo grandes descubrimientos, avances tecnológicos o que muestran su pasión por la tecnología en la actualidad. Todos tenemos la responsabilidad de hacerles ver que ellas pueden ser lo que quieran que sean porque el talento no tiene género”.

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