“Las renuncias de derechos no valen. Las empresas no pueden aprovecharse de los trabajadores”, ha afirmado el abogado laboralista Víctor Arpa en un vídeo publicado en su cuenta de TikTok (@abogadovictorarpa). Este mensaje llega tras lograr que un cliente despedido obtuviera 14.000 euros de indemnización, el doble de lo que la empresa le ofrecía inicialmente para que firmara su salida.
Arpa relata que la compañía intentó convencer al trabajador de faltar unos días al empleo para justificar el despido y firmar un acuerdo privado de 7.500 euros. Ahora bien, esa cantidad estaba muy por debajo de lo que legalmente correspondía. El abogado recuerda que, justo antes de llegar a juicio, la empresa intentó cerrar el conflicto ofreciendo 9.000 euros, aunque finalmente el juzgado reconoció el derecho del empleado a 14.000 euros.
El caso ilustra, según el letrado, cómo algunos empleadores utilizan acuerdos de conveniencia para intentar que los trabajadores renuncien a parte de sus derechos. “Mientras nosotros estemos aquí no vamos a permitir que eso ocurra”, advierte Arpa, que anima a quienes se encuentren en situaciones similares a no aceptar lo primero que se les proponga y más cuándo son en temas de derechos laborales de los trbajadores.
Los derechos laborales son irrenunciables
El Estatuto de los Trabajadores es claro al respecto y establece en su artículo 3.5, que los empleados no pueden renunciar válidamente, antes o después de adquirirlos, a los derechos reconocidos por disposiciones legales de derecho necesario o por convenios colectivos. Esto significa que un acuerdo privado que suponga cobrar menos indemnización de la que establece la ley no puede considerarse válido ni perjudicar al trabajador.

De hecho, la propia norma establece que las fuentes de la relación laboral (ley, convenios colectivos y contrato) deben respetar siempre los mínimos legales. No cabe, por tanto, que mediante un pacto individual se establezcan condiciones menos favorables que las previstas en la legislación laboral.
En cuanto a materia de despido, vulnerar este derecho puede suponer que los despidos sean declarados improcedentes, que lleva a indemnización o incluso nulos, que obliga a la empresa a readmitir al trabajador a su puesto de trabajo, garantizando así que no se consoliden acuerdos fraudulentos.
Defender lo que corresponde
Con este video, Víctor Arpa quiere conectar con el espíritu de la legislación laboral española, pues los derechos no son una concesión ni un favor de la empresa, sino una obligación legal. Cualquier intento de reducir la indemnización pactando por debajo de lo previsto en el Estatuto carece de validez.
El abogado recuerda que los trabajadores deben desconfiar de propuestas rápidas de finiquito que esconden cifras menores a las que corresponden. En su ejemplo, la diferencia fue de casi 7.000 euros entre lo que inicialmente ofrecía la empresa y lo que finalmente reconoció el juzgado.
“Defiende lo que es tuyo”, concluye Arpa, subrayando que el recurso a la justicia laboral es la vía adecuada cuando los empleadores intentan aprovecharse de la desinformación o la buena fe de los empleados.

