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Una mujer de 71 años es indemnizada con más de 200.000 € porque la presionaron para jubilarse: “no todos vamos a estar aquí para siempre”

Le suprimieron su puesto y después de varios meses sin reubicarla le dieron un ultimátum: o aceptaba el despido o tendría que optar a otro distinto por concurso.


Mazo de juez sobre billetes de euro
Mazo de juez sobre billetes de euro |Envato
Esperanza Murcia
Fecha de actualización:

La mayoría de personas intentan jubilarse lo más pronto posible para descansar después de una larga trayectoria profesional. Pero no todos piensan así y, a pesar de contar con la edad para ello, prefieren mantenerse activos laboralmente. Es el caso de Jackie Ware, que con 71 años seguía trabajando en el colegio. Sin embargo, su postura no fue compartida por el centro, y la estuvieron presionando para que aceptara un despido y se jubilase ya. Motivo por el que han tenido que pagarle más de 200.000 euros de indemnización.

Jackie no tenía intención de jubilarse, pero la directora del centro, Emma Appelby, y otros miembros de la escuela, esperaban que “cediera y se jubilara”. Para ello, utilizaron distintas formas de presión, incluyendo la suspensión de su puesto de trabajo. Así, la tuvieron durante tres meses sin saber qué puesto le iban a asignar y cómo la iban a recolocar, un puesto que “nunca llegó”. 

Además, le realizaron distintos comentarios, tal y como recoge el medio The Telegraph, destacando el de la directora, que llegó a decirle que “no todos vamos a estar aquí para siempre”. Un comentario que, según el tribunal laboral de Watford (Reino Unido) era “claramente una referencia al hecho de que había superado la edad de jubilación”. A esto se le suma que la amenazaron con dejarle casi sin funciones a no ser que aceptara su despido.

No quería renunciar a su puesto

Jackie trabajaba tanto en la escuela de natación del centro como de asistenta médica y, en noviembre de 2021, la directora le comunicó su intención de reestructurar la plantilla, esperando que renunciase a algunas de sus funciones. De hecho, esperaba que solo se centrase en sus tareas en la escuela de natación.

Esto, en cambio, era perjudicial para Jackie, ya que en el mejor de los casos podrían trabajar 30 horas semanales, lo que suponía una disminución significativa de sus ingresos. Por ello, se abrió a negociar un nuevo contrato, momento en el que la directora le soltó el comentario de “no todos vamos a estar aquí para siempre”. A pesar de ello, volvió a dejarle claro que “no tenía intención de jubilarse”.

Tiempo después, en febrero de 2022, le comunicaron a Jackie que su puesto de trabajo había sido suprimido “por no ser necesario”, por lo que se le concedió un permiso retribuido de 3 meses hasta que le asignaran un nuevo puesto. 

En cambio, nunca se le llegó a ofrecer y en mayo de 2022 recibió un “ultimátum”: aceptar el despido o volver al trabajo y solicitar, por concurso, un puesto indefinido. Esto, para el tribunal, reflejaba la clara intención de la directora de presionarla hasta que cediera y se jubilara. Y de hecho fue lo que pasó, porque, “insegura sobre sus opciones de futuro”, Jackie decidió aceptar el despido.

Discriminatorio por razón de edad

Pese a que la trabajadora aceptó el despido, decidió reclamar. Tras la exposición de ambas partes, la jueza de lo social del tribunal de Watford dictaminó que el comentario de la directora era discriminatorio por razón de edad y que, por tanto, su despido era improcedente (aunque en España sería nulo).

En este sentido, expuso que el comentario no se habría hecho a alguien que desempeñara las funciones de Jackie en las mismas circunstancias, “pero que tuviera menos de 50 años o se acercara a la edad de jubilación”. Por ello, “era claramente una referencia al hecho de que había superado la edad de jubilación y era poco probable que trabajara mucho más tiempo”. En consecuencia, Jackie pudo cobrar una indemnización de 173.038 libras, equivalentes a más de 200.000 euros.

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