Jesús Soriano se ha consolidado como una de las voces más influyentes de la hostelería en redes sociales. Más conocido como Soy Camarero (@soycamarero), utiliza sus canales como plataforma para dar voz a esas situaciones precarias y los abusos que, día a día, viven los trabajadores del sector. Desde turnos interminables y salarios ajustados o insuficientes, hasta prácticas que ponen en riesgo la salud o vulneran derechos fundamentales.
Esta vez, Soy Camarero ha compartido en X (antes Twitter) la consulta desesperada de una camarera embarazada de 23 semanas, quien reconoce no saber cuáles son sus derechos en el trabajo. En su testimonio, la trabajadora denuncia jornadas de ocho horas de pie con tan solo media hora para comer, dolores de espalda, hinchazón de piernas y soportando altas temperaturas. “La salud mía y de mi bebé están en juego. Me encuentro que, por no tener recursos humanos ni el sindicato de trabajadores, tengo que estar peleando y justificando porque necesito una baja médica para poder descansar y lidiar con dolores de espalda, hinchazón de piernas y temperaturas altas. No me dan información y necesito saber qué puedo hacer, cuándo me corresponde la baja o cómo la solicito”, relata en el mensaje a Soy Camarero.
La abogada laboralista Pilar, de Comisiones Obreras (CCOO), aclara que en una empresa tan pequeña, sin recursos humanos ni representación sindical, la trabajadora debe acudir directamente a la mutua, que será la encargada de evaluar el puesto. “Si no se puede adaptar el puesto de trabajo, lo que harán será darte una baja por riesgo”, explica la abogada.
“Sin apoyo, información ni adaptación: así afrontan muchas trabajadoras su embarazo en la hostelería”
Las reacciones en redes sociales no se han hecho esperar tras la denuncia compartida por @soycamarero. Una usuaria comenta: “A mí tampoco me dieron información, y tuve que investigar por mi cuenta cómo solicitar la baja”. Otros testimonios señalan cómo algunas empresas ignoran las recomendaciones médicas o retrasan el contacto con la mutua hasta situaciones límite.
No son casos aislados, pues detrás de estos testimonios individuales se esconde una realidad común en el sector, donde la ausencia de delegados sindicales, la precariedad y la presión constante dificultan el ejercicio de derechos básicos, en la que para eso esta @soycamarero.
¿Cuáles son los derechos de las trabajadoras embarazadas según el Estatuto de los Trabajadores?
Según el Estatuto de los Trabajadores (que se puede consultar en este BOE) este garantiza una protección especial a las trabajadoras embarazadas, especialmente en materia de seguridad y salud laboral. Según el artículo 26 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y el propio Estatuto, la empresa está obligada a adaptar el puesto de trabajo o las condiciones para evitar cualquier riesgo para la gestante o el feto. Si la adaptación no es posible, la trabajadora tiene derecho a la suspensión del contrato por riesgo durante el embarazo, lo que supone el acceso a una baja específica y protegida.
Entre los derechos fundamentales se incluyen:
- Evaluación y adaptación del puesto: El empleador debe garantizar que no existen riesgos para la embarazada y, en caso de que los haya, adaptar sus tareas o condiciones de trabajo (art. 19).
- Baja por riesgo durante el embarazo: Si la adaptación no es posible y el trabajo supone un riesgo para la salud de la trabajadora o del feto, se puede solicitar la baja por riesgo durante el embarazo, gestionada por la mutua.
- Protección frente a despidos y represalias: El despido de una trabajadora embarazada se considera nulo, salvo que existan causas no relacionadas con el embarazo (art. 14).
- Permisos retribuidos: Para la realización de exámenes prenatales y técnicas de preparación al parto, siempre que deban realizarse dentro de la jornada laboral (art. 37.3.f).
- Igualdad y no discriminación: La ley prohíbe expresamente cualquier trato discriminatorio por razón de sexo o embarazo (art. 17).

