Llega diciembre y, con él, las comidas o cenas de empresa. Ese momento donde, jefes y empleados, se sientan juntos a la mesa para celebrar. Ahora, que el evento transcurra fuera del horario y centro de trabajo, no implica que nuestro comportamiento esté exento de cualquier sanción. Y es que, aun siendo en nuestro ‘tiempo libre’, si nuestros actos resultan inapropiados pueden suponer incluso el despido.
Así de contundente lo ha explicado el abogado laboralista Juan Manuel Lorente: “No vayas a la comida de empresa, no hace falta”, explica, agregando que, además de comer, “vais a beber”, pudiendo el alcohol provocar que hagamos o digamos algo de lo que nos arrepintamos, especialmente si nos llevamos mal con algún jefe, un compañero de trabajo o tenemos algún problema con los mismos. “Si es que te lo estoy avisando, no vayas. Va a ser un problema”, reitera.
El motivo, según ha explicado en un vídeo publicado en sus redes sociales, es que “cualquier cosa que hagas en la cena de empresa, cualquier cosa que no le guste a tu jefe, que no le guste a la empresa o que pueda perjudicar de alguna manera a tu trabajo, es motivo de despido”.
Sobre esto, lo deja claro: “Señores, no estáis en un bar cualquiera, en un sitio cualquiera, con gente cualquiera. Estáis en un ambiente de trabajo y todo lo que hagáis ese día puede terminar escrito en una carta de despido, aunque llevéis 20 años siendo los mejores en vuestra empresa, siendo un ejemplo”.
“Por no ir no os pueden despedir, obligación no tenéis ninguna”
Este abogado laboral asegura que, especialmente bajo los efectos del alcohol, se han visto casos de trabajadores que, debido a su comportamiento en la comida de empresa, han acabado teniendo un enfrentamiento que ha terminado con un despido. “Te puedes ver fuera de la empresa y es una desgracia, es una tontería tener que forzar eso”, advierte.
Por ello, ha dejado claro a todos los trabajadores que están dudado, que si creen que la pueden liar, no vayan. “No pasa nada porque no vayáis. Por no ir no os pueden despedir. Obligación no tenéis ninguna. Ahora si vais y la liáis, que sepáis que podréis tener una carta de despido preparada”, concluye. Un ejemplo, se puede ver en esta sentencia de Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, que declaró procedente el despido disciplinario de un trabajador que pegó varios puñetazos a un compañero de trabajo durante la comida de Navidad de la empresa.
A pesar de la antigüedad del empleado, que llevaba 10 años en la empresa, para el tribunal, los hechos suponían una infracción suficientemente grave y culpable para justificar la máxima sanción laboral, aclarando que, según la jurisprudencia del Tribunal Supremo, “las ofensas fuera del lugar y horario de trabajo pueden justificar el despido, siempre que afecten la relación laboral y la convivencia en la empresa”.
