Existen varios tipos de despido y, dependiendo de cuál se nos aplique, las consecuencias podrán ser diferentes. Por ejemplo, no todos dan derecho a cobrar la indemnización por despido. Asimismo, hay algunos que dan derecho a la reincorporación inmediata en el puesto de trabajo o, si se ha vulnerado un derecho fundamental, a reclamar una indemnización por daños morales. En esta guía, vamos a abordar el despido improcedente: qué es, causas, diferencias con el despido nulo y consecuencias.
Qué es un despido improcedente
El despido improcedente es el que se ejecuta por parte del empleador o empresa de forma unilateral. Esto es, sin justificar su causa conforme a la ley: no hay una causa legal que lo justifique o no se ha seguido el procedimiento legal, tomándose la decisión sin tener en cuenta los derechos del trabajador. Para que el despido sea declarado improcedente, se debe haber reclamado ante un Juzgado de lo Social, ya que solo un juez puede calificarlo como tal. Se tiene un plazo de 20 días hábiles para reclamar desde que se produjo el despido.
Causas que producen un despido improcedente
Se declara despido improcedente cuando la empresa o empleador no ha cumplido con la ley a la hora de ejecutar el despido: bien porque no cumple los requisitos formales o porque no hay una causa que lo justifique como objetivo o disciplinario. La improcedencia del despido funciona así como una “protección” para los trabajadores y estas son las causas por las que se puede conseguir:
- Cuando la empresa ha incumplido el procedimiento legal establecido en el Estatuto de los Trabajadores. Por ejemplo, cuando no ha entregado la carta de despido (que es obligatoria) y solo ha informado de la extinción del contrato verbalmente. O cuando no ha cumplido con el preaviso mínimo.
- Cuando la decisión de la empresa no está amparada en causas legales. Esto es, cuando la empresa no justifica el despido adecuadamente o cuando alega una causa pero esta no se corresponde con la realidad o es desproporcional. Por ejemplo, cuando la empresa alega una bajada de rendimiento del trabajador pero esta no se ha producido, y no cuenta con pruebas que lo demuestren. También cuando la empresa se basa en supuestos económicos u organizativos y estos no se pueden demostrar; o cuando la infracción cometida por el empleado no es tan grave para ejecutar el despido, que es la máxima sanción.
Hay que señalar que, si mediante alguna de estas causas se produjera una vulneración de los derechos fundamentales, el despido, en vez de improcedente, sería nulo. Aunque esto se explicará más adelante en el apartado de diferencias.
Consecuencias del despido improcedente
Las consecuencias del despido improcedente están recogidas en el artículo 56 del Estatuto de los Trabajadores. En primer lugar, una vez declarado como tal, la empresa tiene un plazo de 5 días desde la notificación de la sentencia para optar entre una de estas medidas: readmitir al trabajador o abonarle una indemnización equivalente a 33 días de salario por año de servicio, prorrateándose por meses los periodos de tiempo inferiores a un año, hasta un máximo de 24 mensualidades. Si se elige el abono de la indemnización, se producirá la extinción del contrato de trabajo.
Al contrario, si se opta por la readmisión, el trabajador vuelve a incorporarse a la empresa con las mismas condiciones, sueldo y puedo y, además, tiene derecho a recibir los salarios de tramitación, que son los salarios que se han dejado de percibir desde que se produjo el despido hasta la notificación de la sentencia que lo declaró improcedente o hasta que el trabajador encontró otro empleo. Por su parte, en caso de que la empresa no se manifestara al respecto, y no manifestara ninguna de estas acciones, se entiende que ha optado por la primera, que es la readmisión.
Cómo calcular la indemnización del despido improcedente
La indemnización del despido improcedente equivale a 33 días de salario por año trabajado, prorrateándose por meses los periodos de tiempo inferiores a un año, hasta un máximo de 24 mensualidades. Ahora bien, si el contrato se firmó antes del 12 de febrero de 2012, la indemnización será de 45 días de salario por año trabajado, con un máximo de 42 mensualidades. En ambos casos, hay que recordar que solo se cobraría la indemnización si la empresa elige esta opción y no la readmisión del empleado.
El cálculo de la indemnización lo podemos ver con un ejemplo. Pongamos que llevamos en la empresa trabajando desde el 1 de enero de 2023 y nos despiden el 1 enero de 2024, siendo nuestro salario diario de 45 euros. Pues, bien, teniendo en cuenta que la indemnización es de 33 días de salario por año trabajado, con un límite de 24 mensualidades, tendríamos que multiplicar 45 (nuestro salario diario) por 12 (son los meses que hemos trabajado, ya que hemos estado en la empresa durante un año) por 33/12, resultando en 1.485 euros.
¿Tengo derecho a paro en un despido improcedente?
Sí, se tiene derecho a paro en caso de despido improcedente, ya que se estaría en situación legal de desempleo. Sin embargo, hay que cumplir también con el resto de requisitos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), que es haber cotizado durante al menos 360 días en los últimos seis años. Hay que decir que se puede pedir el paro aunque se esté a la espera del juicio o en un acto de conciliación, ya que todos los despidos, incluso el disciplinario, permiten cobrar el paro siempre que se cumplan con los requisitos del SEPE (a excepción del voluntario, si no se ha producido por un cambio sustancial de las condiciones de trabajo o incumplimiento del empresario).
Diferencias entre despido nulo e improcedente
La diferencia entre un despido nulo y uno improcedente es que en los primeros se demuestra una discriminación o violación de los derechos fundamentales y libertades públicas del trabajador. Por ejemplo, cuando la empresa decide echar a una empleada por haberse quedado embarazada, sería despido nulo, porque se han violado uno de sus derechos fundamentales, que es el derecho al respeto a la vida privada y familiar y el derecho a fundar una familia, además de haberse cometido una discriminación.
Aunque ambos despidos incumplen la legislación, en el improcedente 'simplemente' no se ha alegado ninguna causa justificada para romper el contrato o el procedimiento de despido no se ha producido acorde a la ley, mientras que en el despido nulo se ha producido una vulneración de un derecho fundamental, de las libertades del empleado o una discriminación.
¿Pueden volver a despedirme si declaran el despido improcedente?
Sí, en caso de que se haya declarado despido improcedente únicamente por defectos de forma. Esto es, porque no se ha seguido el procedimiento legal, que es cumplir con el preaviso de 15 días, comunicarlo por escrito y abonar el finiquito si lo hubiera. En esta situación, la empresa, una vez reincorporado el trabajador, podría despedirlo con una causa justificada cumpliendo con los requisitos anteriores. La ley lo permite tanto antes del juicio como una vez publicada la sentencia, como explican desde ‘Campmany Abogados’.
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