La Junta de Andalucía, por medio de su consejera de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo, Rocío Blanco, ha lanzado la propuesta al Ministerio de Trabajo de suspender la prestación por desempleo a aquellas personas en paro que rechacen una oferta laboral “adecuada”. La intención la de eliminar el cobro de esta ayuda económica de manera progresiva, tres meses la primera vez, seis la segunda y definitivamente la tercera.
Blanco participó hace unos días en unas jornadas celebradas por la agencia Europa Press y fue durante el transcurso de las mismas cuando lanzó esta propuesta, con la que choca frontalmente con las medidas de protección al desempleo de la ministra Yolanda Díaz. “Es difícil poder determinar qué es una oferta de empleo adecuada, porque se trata de un concepto indeterminado que puede conllevar cierta discusión no jurídica”, ha asegurado.
“Tenemos que ir en esta línea y no en la que propone el Ministerio de Trabajo, que va a propiciar la trampa de la pobreza a más de 400.000 personas”, ha asegurado. Aclara también que en este sentido, Andalucía no tiene competencias “pero entiendo que hay que actuar a nivel nacional, con la Ley de Infracciones y Sanciones”.
Un subsidio por desempleo más amplio aumentará el paro
La reforma del subsidio por desempleo propuesta por Díaz y Calviño, que finalmente ha salido adelante, choca con la petición de la consejera de Empleo de Andalucía. “Aumentando el número de beneficiarios al que va a ir, personas que no se tenían en cuenta, como los mayores (menores de 45 sin cargas familiares) se podría incrementar en un punto el nivel de desempleo en nuestra Comunidad Autónoma, y eso no es bueno”.
La idea, para la consejera andaluza, es potenciar las políticas de ayuda para el empleo y la formación de cara a conseguir un nuevo puesto de trabajo. La idea de compatibilizar una ayuda económica con un trabajo es positiva para incentivar a quienes demandan una oportunidad laboral, pero habría que concretarla más.
Incrementar las políticas de empleo
La solución, para Blanco, pasa por aumentar las políticas de ayuda para el empleo, especialmente la formación orientada a la consecución de un puesto de trabajo. También habló de potenciar las políticas pasivas de empleo. Algo que comparte la presidenta de la Federación Andaluza de Mujeres Empresarias, Ana Alonso, que pidió “abrir el debate en torno a qué pasa con estas personas, las que pueden trabajar pero no les compensa”.
Ella se ha mostrado también a favor de formar a los desempleados para que tengan facilidades de acceso a un puesto de trabajo, pero también de que se racionalice la prestación por desempleo.
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