El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha calificado de “escándalo” que representantes empresariales reconozcan públicamente el incumplimiento sistemático de la normativa laboral en materia de horarios y horas extraordinarias. El líder sindical ha exigido a las patronales que “se graben a sangre y fuego” que hay que cumplir la ley.
Durante unas declaraciones a la prensa este lunes, recogidas por Europa Press, Sordo denunció que algunos portavoces del sector empresarial, especialmente de la construcción y el campo, están reconociendo sin reparo alguno que no están aplicando correctamente el control horario obligatorio. “Me llama mucho la atención que algunos responsables empresariales estén reconociendo abiertamente un fraude de ley. Me parece un escándalo”, afirmó.
El líder de CCOO considera “absolutamente alucinante” que se lancen estos mensajes con total normalidad, incluso alegando que cumplir con la normativa encarecerá el precio de la vivienda. A su juicio, estas declaraciones no deberían pasar desapercibidas ni quedar impunes.
“También en materia de horas extra hay que cumplir la ley”
Sordo fue claro al subrayar que el respeto a los tiempos de trabajo es una obligación legal, no una opción “también en materia de horarios y de horas extras hay que cumplir la ley en España, aunque no le guste al empresario de la construcción o al representante patronal del campo”.
Y añadió con contundencia una advertencia a los líderes de la patronal: “Que se graben las patronales esto a sangre y fuego, porque es así, porque no hacerlo, es un fraude a los salarios de los trabajadores, es un fraude a la Hacienda Pública y es competencia desleal entre empresas”.
UGT apoya el refuerzo normativo del registro horario
Por su parte, el vicesecretario general de Política Sindical de UGT, Fernando Luján, defendió que el registro horario simplemente busca garantizar el cumplimiento de la jornada pactada en convenio y ha apuntado que un sistema “honesto” no debería suponer un problema para las “empresas honestas”.
Luján recordó que el TJUE advirtió que el modelo español no se ajusta a los estándares europeos, e insistió en que el refuerzo normativo no es negociable. También criticó los argumentos de imposibilidad técnica esgrimidos por algunas patronales: “Si es posible arar con un tractor que va por vía satélite, ¿alguien puede decir que no es posible tener un registro horario digital en el campo?”.