Las dificultades para encontrar una vivienda en alquiler asequible no es solo problema de España. Otras ciudades europeas como París, alquilar un piso a un precio razonable se ha convertido en una misión imposible, hasta tal punto que una familia lleva 11 años pagando 650 euros al mes por un estudio de apenas 16 metros lleno de moho.
Marie y Ben llevan viven junto a sus 2 hijos en este estudio en una de las zonas acomodadas de la ciudad francesa, según el medio local ‘Figaro Inmobilier’. Pero la fachada señorial de su edificio contrata con la realidad tras la puerta de su casa, en la que hay cables eléctricos a la vista, tuberías expuestas, paredes deformadas por la humedad y un olor persistente a moho.
En este espacio, los niños duermen en una litera y los padres sobre un colchón de espuma en el suelo. El baño ni siquiera está dentro de la vivienda, sino en el rellano. Según el contrato son 16 metros cuadrados, aunque la sensación es que el espacio explican, es aún menor.
El problema no es la falta de espacio, sino las condiciones insalubres para sus hijos
Para la pareja, el principal problema de la vivienda no es la falta de espacio, sino las condiciones insalubres que están afectando a la salud de sus hijos. En noviembre de 2024, un pediatra emitió un certificado en el que advertía que la salud de la niña de 5 años “requería ajustes ambientales, con menos humedad y moho”.
La familia lleva años reclamando una solución. En septiembre de 2022, la comisión de mediación de París reconoció su prioridad para obtener una vivienda social y exigió su realojo urgente. En octubre de 2023, se ordenó realojarlos y se estableció una multa de 450 euros al mes por cada mes de retraso. Sin embargo, la orden no se ha ejecutado y la familia sigue esperando.
Por otro lado, el casero no cumple con las obras que prometía que haría a la vivienda y ha cancelado todas las citas que la familia esperaba para iniciar los trabajos en la casa.
En este contexto la familia sigue luchando por poder mejorar su situación, y la abogada de familia que les representa, Marcia Mouquinho, explica en el medio, “no se puede alquilar una vivienda insalubre o indecorosa”, pero la realidad es que sigue ocurriendo, mientras las autoridades miran para otro lado. Y añade que la niña “reza por tener una habitación bonita que pueda decorar”.

