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Una casa heredada que valía 150.000 euros se vende por 14.000 euros tras años de desacuerdos y conflictos entre los 36 herederos

El paso del tiempo complicó el proceso de la herencia e hizo aumentar el número de herederos. Con el paso de los años la vivienda se fue deteriorando y perdió todo su valor.

La fachada de una casa antigua
La fachada de una casa antigua |Envato
Lucía Rodríguez Ayala
Fecha de actualización:
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Cuando se recibe una herencia, uno de los bienes que más conflicto genera son las viviendas, sobre todo cuando unos herederos quieren vender y otros se niegan, algo que puede bloquear la herencia durante años. Y es esto lo que le pasó con una vivienda en Francia que recibieron entre 36 herederos, entre hijos, nietos y bisnietos y que tras años de bloqueo pasó de valer 150.000 euros a venderse por solo 14.000 euros 

Según ha explicado un ex notario al medio francés Figaro Inmobilier, el problema con esta herencia comenzó tras la muerte de una pareja en los años 80. El matrimonio dejó a sus hijos una casa, en su momento “preciosa”, y el plan de los herederos fue venderla y repartirse el dinero, pero no se ponían de acuerdo con el precio. 

Este desacuerdo hizo que el tiempo pasara sin que el inmueble se vendiera y que con los años algunos de los herederos murieran, pasando su parte a manos de sus descendientes, lo que hizo que aumentase el número de copropietarios de la vivienda, y en consecuencia provocando que ponerse de acuerdo fuera aún más complicado. 

Algunos herederos bloqueaban la venta y fue necesario acudir a los tribunales

El paso del tiempo no solo hizo aumentar el número de copropietarios, sino que también empeoró el estado de la vivienda, “la casa ya no tenía techo, no estaba asegurada y los árboles habían invadido el terreno”, explicó la notaria. El estado de abandono provocó una caída drástica en el valor de mercado, pasando de valer 150.000 euros a apenas 14.000 euros en 2021.

Ese mismo año, una de las hijas de la pareja, con más de 70 años, acudió al despacho de la notaria con la intención de terminar con los problemas que estaba causando la herencia, y es que aseguraba que no quería que sus hijos heredasen el problema.

La notaria contrató a una genealogista para identificar a todos los herederos. Tras una investigación exhaustiva, localizaron a 36 personas entre hijos, nietos y bisnietos. Sin embargo, no todos estaban de acuerdo con la venta, especialmente algunos descendientes residentes en París que no aceptaban el bajo precio. Incluso el tutor legal de uno de ellos nunca respondió a las notificaciones, lo que mantuvo bloqueado el proceso.

“En estas situaciones, no hay muchas opciones”, explicó la notaria. El Código Civil francés permite, en caso de desacuerdo prolongado que afecte al interés común, que un juez nombre un administrador de la herencia para gestionar la venta. Y eso fue lo que ocurrió en este caso. Una de las herederas fue nombrada administradora por el tribunal, lo que le dio capacidad legal para firmar en solitario la escritura de compraventa. Actualmente, ya se ha firmado un precontrato por 14.000 euros.

Aunque la venta está en marcha, el reparto del dinero entre los herederos aún no se ha cerrado. Para ello, se necesita el consentimiento de todos los implicados. “Esa es la limitación de este método”, explicó la notaria en el medio. Ahora tendrá que enviar una notificación a los 36 herederos informándoles de que la casa se ha vendido y cuál es la cantidad que les corresponde, una vez que todos firmen podrán recibir su dinero.