En las calles se escuchan opiniones de todo tipo sobre la juventud y el trabajo, pero una que está cogiendo bastante fuerza entre los mayores es su poca disposición a trabajar, y es que muchos jubilados critican que la juventud de ahora lo tiene más fácil en el ámbito laboral que lo tuvieron ellos. Este es el ejemplo de un jubilado, entrevistado por Julio Caviedes en su canal de Youtube (@juliocaviedes_), que pone a los jóvenes ‘a parir’. Esta persona mayor comparte su visión sobre cómo han cambiado los tiempos, desde la dureza de su vida laboral hasta lo que considera una pérdida de valores y compromiso en las nuevas generaciones.
“Yo he trabajado en hostelería muchos años, y entonces trabajábamos 14 o 15 horas, y el sueldo era el que había, no había más”, recuerda. Sus palabras retratan una época en la que, según él, no se podía escoger demasiado: si había trabajo de peón de albañil o de camarero, se aceptaba sin rechistar.
La juventud de antes y la de ahora
Cuando se le pregunta qué le diría a los jóvenes de hoy, su respuesta es clara: “Que se comporten, que sean caballeros y señoritas, y que no hagan mal a nadie”. Para este jubilado, la gran diferencia entre generaciones está en la actitud: él percibe que antes había más sacrificio y menos opciones de queja, mientras que ahora “los jóvenes miran más a la vagancia que antes”.
Su discurso refleja un sentir común en muchos mayores, que ven cómo el esfuerzo y la constancia han perdido protagonismo frente a un estilo de vida marcado por la inmediatez y, en su opinión, un exceso de comodidades.
“Si hay trabajo, hay que cogerlo”
Uno de los mensajes más repetidos en la entrevista es que la clave está en aceptar cualquier empleo que aparezca. “Si se encuentra trabajo de camarero, pues de camarero; si se encuentra de peón de albañil, pues de peón”, insiste.
Este enfoque conecta con una generación acostumbrada a hacer frente a la escasez y que entendía el trabajo como un deber ineludible para salir adelante, sin importar las condiciones ni el salario.
El jubilado afirma que es más fácil para los jóvenes vivir de las ayudas
El jubilado admite que su juventud fue mucho más difícil en cuanto a oportunidades, pero cree que precisamente esa carencia forjaba el carácter. Hoy, con más posibilidades de estudiar y más apoyos sociales, percibe que muchos jóvenes “se aprovechan de las ayudas” y rechazan sacrificios que antes se daban por normales.
Su mirada está impregnada de nostalgia, pero también de crítica social. No niega que los tiempos han cambiado, sino que lamenta que, en esa transición, se hayan perdido valores como el esfuerzo diario, la disciplina y el respeto mutuo.
La entrevista de Julio Caviedes no es un análisis académico, sino un reflejo vivo de cómo perciben muchos mayores la evolución de la sociedad. Sus palabras seguramente generarán debate: para algunos, son una advertencia sobre la pérdida de cultura del esfuerzo; para otros, una visión marcada por el recuerdo de tiempos más duros y menos derechos laborales.
Lo que sí deja claro es que, para este jubilado, el trabajo dignifica, aunque sea duro, y que el futuro de la juventud debería construirse sobre el compromiso, el respeto y la voluntad de salir adelante sin esperar que todo se lo den hecho.

