Recibir una herencia siempre es buena noticia salvo por tener que pagar el impuesto de sucesiones y donaciones. Pero, qué pasa si además de heredar una propiedad encontraras un botín en su interior que te hiciera millonario. Pues esto es lo que le paso a un hombre que tras heredar una vivienda en Normandía (Francia) encontró en su interior mientras limpiaba 100 kilos de oro en monedas y lingotes valorado en 3,7 millones de euros.
Todo comienza cuando, tras heredar la propiedad de un pariente fallecido, el hombre comienza a limpiar la vivienda. Primero encuentra variar monedas de oro debajo de las losas de la cocina y posteriormente encontró lingotes de oro escondidos dentro de los armarios. Así, siguió descubriendo oro en otras partes de la vivienda, incluso hasta dentro de las paredes, tal y como afirma el medio The Guardian.
En total halló 100 kilos de oro, incluidos 5.000 monedas y numerosos lingotes, con un valor estimado en 3,7 millones de dólares. El oro fue adquirido de forma legal en las décadas de 1950 y 1960, según los certificados hallados.
Heredar una casa millonaria
El primer indicio del tesoro apareció en una caja de hojalata fijada a la base de un mueble, donde se encontraron varias monedas de oro. Este descubrimiento llevó al heredero a registrar toda la vivienda, hallando diversos escondites hasta dar con lingotes de 12 kilos. Al comprender la magnitud del hallazgo, el propietario decidió contactar con su abogado para realizar un inventario completo y ver qué repercusión fiscal traería su descubrimiento.
De acuerdo con los certificados de autenticidad encontrados junto al oro, las piezas fueron adquiridas durante las décadas de 1950 y 1960. Tras realizar el inventario, el tesoro fue subastado y vendido a compradores tanto en Francia como en el extranjero. Aunque no se conoce la cifra exacta de la transacción, se estima que el valor del oro superó los 3,5 millones de euros.
Deberá pagar el impuesto de sucesiones
A pesar del valor del hallazgo, el heredero deberá afrontar las obligaciones fiscales correspondientes. En Francia, como en España, las herencias están sujetas al impuesto de sucesiones y donaciones. Según la legislación francesa, este impuesto puede alcanzar hasta el 45 % del valor del patrimonio heredado. Además, si se demuestra que el fallecido no declaró estos bienes, el nuevo propietario podría tener que abonar impuestos atrasados correspondientes a los últimos tres años.
Francia cuenta con una de las legislaciones fiscales más rigurosas en materia de herencias. Los impuestos varían según el grado de parentesco entre el fallecido y el heredero, llegando en algunos casos hasta el 60 %. Asimismo, el descubrimiento de bienes no declarados en vida del propietario está gravado con impuestos adicionales, que deben pagarse en el momento de la transmisión del patrimonio, de acuerdo con el código fiscal francés.
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