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Sylvie, de 55 años, trabaja fabricando bebés ‘reborn’ y los vende hasta por 1.500 euros cada uno: esto es lo que gana al mes

Dejó su trabajo como gestora de seguros hace 17 años para dedicarse a esto y ahora gana lo suficiente para vivir tranquila.

Sylvie, de 55 años, trabaja fabricando bebés reborn
Sylvie, de 55 años, trabaja fabricando bebés ‘reborn’ y los vende hasta por 1.500 euros cada uno: esto es lo que gana al mes |Emploi Le Figaro
Antonio Montoya
Fecha de actualización:
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Una mujer que trabajaba como gestora de contratos de seguros decidió reconvertirse y dejar su empleo hace 17 años para dedicarse a fabricar muñecas ‘reborn’ y ahora gana 1.500 euros por cada pieza. Esto le ha permitido tener unos ingresos estables y mantenerse, todo gracias a sus creaciones, que son tan realistas que parecen de verdad.

Sylvie Bedra, de 55 años, se pasa los días pintando diminutas venas, implantando pelos uno a uno y aplicando esmalte de uñas de vinilo para conseguir sus famosos bebés ‘reborn’, que es como se conocen este tipo de muñecos hiperrealistas destinados a coleccionistas. Su peso, su tamaño, la textura de su piel… todo está diseñado para imitar fielmente a un recién nacido.

Todo empezó un día que le dio por curiosear en eBay, cuando se encontró de casualidad con el mundo de las muñecas reborn. “Estaba simplemente paseando sin rumbo por la página web y me topé con una guardería inglesa que vendía estos bebés increíblemente realistas. Uno de ellos se parecía muchísimo a mi hijo. Nunca antes había jugado con muñecas, pero me pareció fascinante”, declara en una entrevista para Le Figaro Emploi. Así que decidió comprar una.

Sus muñecas empezaron a ser buscadas en eBay

Cuando la recibió, la decepción fue tan grande que se animó a repintarla por su cuenta. Y ese primer intento fue todo un éxito: el comienzo de un cambio de rumbo que no esperaba. “Ya pintaba cuadros; me encantaba crear. Pasé un año investigando técnicas para hacer muñecas reborn, solo en inglés porque no existía nada parecido en Francia”. Con el tiempo, sus muñecas empezaron a ser muy buscadas en eBay, incluso fuera del país.

Ahora esta exgestora de seguros crea entre dos y tres muñecas al mes. Todo empieza con un kit: una cabeza y extremidades de vinilo esculpidas por artistas (en su mayoría estadounidenses). Ella las pinta a mano, las hornea y luego les implanta el cabello “pelo a pelo, con una aguja, usando mohair o cabello humano real”, explica. Después añade los ojos (que suelen ser de vidrio soplado), las pestañas, las uñas y el peso justo para que se sientan como un bebé real.

“Para hacer una muñeca de recién nacido, se tarda aproximadamente una semana. Para una muñeca de niño pequeño, un bebé de alrededor de un año, puede tardar dos semanas”, detalla. El proceso es lento y preciso: un tono de piel mal conseguido o un color demasiado rosado, y el realismo se pierde. “La experiencia es fundamental. Es como cualquier otra artesanía”, destaca sobre su habilidad.

Desde que empezó, calcula que ha creado unas 400 muñecas, todas distintas. “Utilizo el mismo kit para hacer una bebé rubia, luego una pelirroja, con pelo rizado o con otro estilo. No me interesa hacer la misma muñeca morena varias veces”. Ahora trabaja sobre todo por encargo, para clientas fieles que suelen ser mujeres adultas coleccionistas o amantes del arte, muchas de las cuales conoció por Facebook. “Les gusta cambiarles la ropa, peinarlas o simplemente admirarlas. Es un placer visual, no un sustituto de un hijo”, remarca.

Vende las muñecas más grandes por 1.500 euros

Aun así, ella no acepta cualquier pedido, sobre todo cuando le piden recrear bebés fallecidos. “Me niego a cruzar la línea entre arte y recreación. No busco un realismo absoluto; solo quiero crear objetos bellos, no copias perfectas de niños”.

Sus muñecas se venden entre 500 y 750 euros las de tamaño recién nacido, y hasta 1.500 euros las más grandes, del tamaño de un niño pequeño. Algunos artistas de renombre pueden llegar a subastar las suyas por hasta 6.000 euros, cuenta Sylvie. “Pero en el mundo de la artesanía, el tiempo invertido nunca se compensa del todo. Pensamos en ello día y noche, a menudo trabajamos hasta tarde, por pura pasión”, confiesa. Hoy, sus ingresos rondan entre 1.500 y 2.000 euros netos al mes, dependiendo de las ventas.