La inflación que flagela a las economías europeas, y en especial a la española, inflige respeto. Tanto a pie de calle, a la población, con aumentos históricos de precios en productos y servicios de primera necesidad como la luz, la gasolina o los alimentos que obligan a medir con lupa gasto, como en la esfera política, donde el Banco Central Europeo (BCE), se ha visto obligado a tomar las riendas.
Ante la estabilización de la inflación en un 8,6% en la eurozona, el máximo organismo monetario continental ha anunciado una subida de 50 puntos básicos. El doble de lo que se tenía previsto cuando se desempolvaron las dos subidas, la otra para septiembre. Es la primera y la mayor subida de tipos de interés en los últimos 22 años, desde que existe el euro.
"Esperamos que la inflación siga indeseablemente alta por algún tiempo por las continuas presiones de la energía y los alimentos", afirmaba Christine Lagarde, presidenta del BCE, que se suma de esta manera a la estrategia de endurecimiento de la política monetaria de los principales bancos centrales. El fin de la época del dinero fácil, con bajos tipos de interés y facilidad crediticia, tendrá consecuencias. Un nuevo capítulo económico para las economías a gran y pequeña escala.
Consecuencia de las subidas de tipos de interés del BCE
La más inmediata es la subida de las hipotecas variables. Las que se firmarán, sobre todo, pero también las ya firmadas, ya que se van actualizando conforme al euríbor. Este índice europeo es el tipo de interés principal de esta clase de hipotecas. Al subir los tipos de interés de referencia del BCE, también lo hará el euríbor, y consecuentemente, las hipotecas.
La subida del euríbor, que ha pasado en menos de medio año del 0,5% al 1,164% actual y que se espera que suba al 1,5% a finales de año, ha encarecido ya las hipotecas casi 1.200 euros al año, según la plataforma financiera Asufin. Los tipos de las hipotecas fijas también se espera que suban sobre el 2,5% y el 3%.
En la otra cara de la moneda, los inversores, que se verán beneficiados por este aumento de tipos de interés, que incrementará a su vez la rentabilidad en productos de ahorro como los depósitos o las cuentas. Se espera que esa rentabilidad, además, siga en aumento. La subida de los intereses de los depósitos se espera que sea, por tanto, una de las tácticas para captar clientes.
Se descarta la recesión económica
Sin embargo, desde el BCE descartan por el momento una recesión a pesar de que "el horizonte está nublado". "En el escenario base no hay recesión ni este año ni el siguiente", apuntó Lagarde. La subida de septiembre, según la presidente, se irá calibrando en base al horizonte más cercano. "será apropiada una normalización adicional de los tipos de interés, posiblemente mayor a 25 puntos básicos", puntualizó.
Asimismo, también se confirmó la aprobación de la herramienta para mantener a raya las subidas en las primas de riesgo. Otra de las posibles consecuencias del endurecimiento de la política monetaria. El Instrumento para la Protección de la Transmisión (TPI, en inglés), y que compras de deuda a los países más necesitados sometidas a condicionalidad fiscal y macroeconómica. La subida de los tipos de interés encarece el coste de financiación de los países. Además, los inversores privados exigirán rentabilidades más altas a los países más endeudados.
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