Si la persona fallecida tenía una hipoteca, la deuda pendiente se convierte en parte de la herencia. Sin embargo, esto depende de si el fallecido era el único titular del préstamo o si la hipoteca estaba a nombre de dos titulares y solo uno de ellos ha fallecido.
Tanto en una situación como en la otra, la deuda se mantiene en las condiciones originales de la hipoteca hasta que se termine de pagar el importe pendiente, Incluyendo los gastos asociados y los plazos de vencimiento acordados.
El patrimonio se dividirá entre todos los herederos. Si uno o varios herederos desean asumir la deuda, es posible negociar con la entidad financiera. Antes de aceptar o denegar la herencia, se tiene derecho a conocer la situación financiera del fallecido, así como la situación de sus cuentas y los movimientos que ha hecho antes de morir.
Los cambios que sufre la hipoteca al morir el titular
Si los herederos deciden aceptar la herencia, se crea una comunidad de bienes hasta que se realice la adjudicación y la partición del patrimonio a todos los herederos.
Una vez hecho el reparto, los herederos que se queden con la herencia deberán pagar el impuesto de sucesiones, según las normativas de cada comunidad. Además, deberán cambiar la titularidad del préstamo.
Este proceso implica una comisión entre el 0,1% y el 1% sobre el importe pendiente y se conoce como subrogación por cambio de deudor. Si todos los herederos asumen la deuda, la entidad no podrá exigir garantías adicionales o la contratación de nuevos productos.
Sin embargo, si solo uno o algunos de los herederos se hacen cargo de la deuda, el banco podrá modificar las condiciones de la hipoteca con los nuevos titulares mediante garantías, como avales. Esto puede aplicarse en casos donde el nuevo titular tenga menor capacidad adquisitiva o un perfil económico más bajo que el titular original.
En el caso de que decidan no aceptar la vivienda hipotecada, pueden rechazar la herencia y no se tendrán que hacer cargo de la deuda, pero sí perderán la vivienda.
Qué pasa con la hipoteca cuando fallece uno de los dos titulares
Cuando una hipoteca cuenta con dos titulares y uno de ellos fallece, el préstamo se convierte en una responsabilidad conjunta. Esto implica que ambos titulares son responsables de la totalidad de la deuda, no solo de su parte correspondiente.
Esto dependerá de si el cotitular es el único heredero o si hay otros beneficiarios en la herencia. Si el cotitular es el único heredero del fallecido, como en el caso de un cónyuge sin hijos, toda la responsabilidad de la hipoteca recae en esa persona, quien se convierte en el único titular de la vivienda.
En este caso, es importante notificar al banco sobre el fallecimiento y el cambio en la titularidad de la propiedad.
En cambio, si el fallecido tiene otros herederos, además del cotitular de la hipoteca, como el cónyuge y los hijos, la deuda se divide entre ellos. En esta situación, se debe llevar a cabo una modificación en la titularidad de la vivienda a través de una novación o cambio de titular.
Seguro de hipoteca
Varios bancos ofrecen la opción de adquirir un seguro de vida al momento de solicitar una hipoteca. Esto implica que si la persona titular del préstamo fallece, el seguro se encargaría de cubrir una parte o la totalidad de la deuda, dependiendo de los términos acordados con el banco a la hora de contratarlo.
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