Un hombre jubilado a los 52 años decide volver a trabajar porque se aburría: “mi plan de jubilación es trabajar el mayor tiempo posible”

Lee Broders es un ciudadano inglés que, tras pedir la jubilación anticipada a los 52 años, decidió que se aburría y que debía volver a trabajar. La explicación que dio este vecino de Shropshire es que echaba de menos las obligaciones de tener una jornada laboral, unos horarios y que lo que encontró al convertirse en pensionista no tenía nada que ver con aquello que había soñado: viajes continuos para sénior a la playa con una “cerveza en la mano”.

Este pensionista ha contado su experiencia a Business Insider, explicando que lo que esperaba de la jubilación no se parecía a lo que estaba haciendo. La intención era la de cobrar una jubilación anticipada, sí, y tomó esta decisión en firme a los 40 años. Pero en su planteamiento del retiro ideal no aparecían ni el aburrimiento ni la rutina, que es lo que pasó finalmente. “Observé cómo mis padres trabajaban de forma incansable para poder jubilarse en España a su vejez y yo quise hacer lo mismo, pero siendo más joven”.

A todo esto, Broders había tenido una vida laboral intensa y muy emocionante. Con 30 años ya llevaba 10 en las Fuerzas Armadas Británicas y durante este tiempo se había dedicado a explorar nuevos mercados como el del coaching. Una ocupación que le sirvió para conocerse a sí mismo y decicir que “en lugar de perseguir una pensión o ascender en la escala militar, quería tener la libertad de gastar mi tiempo como quisiera, con quien quisiera y donde quisiera”.

Solicitó la jubilación anticipada a los 52 años, después de un divorcio

Cuando se separó de su mujer tuvo que empezar de cero. No le quedó apenas dinero y pasó por una crisis existencial de la que salió gracias a la música (aprendió a tocar el saxofón) y a que comenzó a estudiar Derecho en la Universidad. Con 49 años quiso ser coach de su propia vida y al mismo tiempo, tomó la decisión de solicitar la pensión de jubilación “cuanto antes”.

Pocos años después, su sueño se hizo realidad cuando pudo jubilarse de forma anticipada. Al dejar de trabajar, comenzó una vida tranquila, para él, demasiado tranquila. Cuidaba de su nieto, que era un bebé y no iba al colegio. Pasaba horas con él. Pero también notaba que se aburría, que algo le faltaba. Y aunque disfrutaba con lo que hacía “no parecía que esa fuese la vida ideal para siempre”.

Así que, en ese momento, tomó una decisión crucial que cambiaría el rumbo de su vida de pensionista. 

“Todos ven la jubilación como la meta a alcanzar cuanto antes”

Conseguir la jubilación no llenaba a este inglés que echaba de menos relacionarse con sus clientes, ayudar a los demás en su trabajo como coach y “aportar valor a la vida de otros”. “Me sentía perdido”, señala a Business Insider. “Todos ven la jubilación como una meta que hay que alcanzar lo más rápido posible, nos hacen creer que trabajamos para eso, para jubilarnos pero me dí cuenta de que hacer menos no era para mí”.

Así que un año más tarde decidió regresar al mercado laboral, trabajar y retomar su cartera de clientes. “Lo que hago muchas veces no lo siento como un empleo, ¿por qué renunciar a algo que amo?”, señala.

Ahora, su plan de jubilación es “seguir haciendo el trabajo en el que disfruto durante todo el tiempo que sea posible”. Gracias al teletrabajo, puede trasladar su oficina a cualquier parte, desde la comodidad de un apartamento a una autocaravana en medio del campo.