Elma Saiz, ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, ha reivindicado este martes la figura de la inmigración por su importancia a la hora de afrontar las tensiones derivadas de la jubilación de la generación del baby boom. Durante unas jornadas en el Congreso con motivo del trigésimo aniversario del Pacto de Toledo, Saiz afirmó que la aportación de la población extranjera resulta determinante para sostener el estado del bienestar y reforzar la viabilidad del sistema público de pensiones .
La ministra calificó el sistema de pensiones como “uno de los pilares” del estado del bienestar y subrayó que las personas migrantes “están ayudando” a sostenerlo. Según explicó, contribuyen al rejuvenecimiento de la sociedad y están impulsando el crecimiento demográfico “a un ritmo mucho mayor que países de nuestro entorno”. Para 2025, señaló, la previsión inicial era una entrada de 400.000 personas, pero finalmente va a acabar rondando las 600.000.
Saiz destacó que “en su inmensa mayoría” se trata de jóvenes que llegan a España para “trabajar” y “contribuir”. Recordó asimismo que la población extranjera explica “el 70% del incremento de la población activa entre 2018 y 2024”, un factor que, junto con las recientes reformas y la evolución del empleo, permite encarar con más solidez los momentos de tensión que generará la jubilación masiva de los nacidos en las décadas de mayor natalidad.
Un debate intergeneracional desactivado por los datos
La ministra aportó también cifras para matizar la idea de un conflicto entre generaciones por el reparto de recursos. España cuenta hoy con 9,4 millones de pensionistas, de los que 7,8 millones superan los 65 años. La edad media real de acceso a la pensión se sitúa en 65,3 años, frente a los 64,4 registrados en 2019. Paralelamente, la afiliación entre los jóvenes ha aumentado un 28% desde 2021 y el país “acaricia” los 22 millones de afiliados a la Seguridad Social .
“Por eso, que les vaya bien a los trabajadores y a los pensionistas es positivo para todos”, señaló al defender que las cotizaciones del presente sostienen las prestaciones actuales y generan derechos futuros. Saiz destacó además que el empleo se encuentra “en mejores condiciones”, con una temporalidad del 12% (frente al 30% de 2018) y mínimos históricos entre los menores de 30 años, donde la tasa se sitúa por debajo del 20% .
Una sostenibilidad de las pensiones garantizada
Sobre la viabilidad futura del sistema, Saiz se mostró categórica: “El sistema de pensiones es sostenible”. Recordó que la última reforma incorporó un mecanismo de supervisión por parte de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). Su primer examen, explicó, confirma que el gasto “no está por encima de los niveles previstos”.
La ministra apeló a la Comisión de seguimiento del Pacto de Toledo a mantener el consenso y la responsabilidad en la defensa del modelo público de pensiones. “En 1995 fuimos capaces de enviar un mensaje claro. Podéis contar con vuestras instituciones cuando más importa. Hoy, treinta años después, ese compromiso sigue siendo igual de necesario”, concluyó.
