¿Cuánto tiempo hay que cotizar para cobrar la pensión de jubilación?

Dentro del sistema público de pensión coexisten dos tipos de pensiones de jubilación, las contributivas y las no contributivas. Las contributivas tienen un mayor importe que las no contributivas, pero para acceder a estas es necesario cumplir con una serie de requisitos.

Entre estos requisitos se encuentran las cotizaciones. Las cotizaciones son las aportaciones económicas que los trabajadores y empresas hacen al Sistema de la Seguridad Social. Este dinero se utiliza para financiar y pagar las pensiones y otras prestaciones sociales.

Requisitos generales para cobrar la pensión de jubilación

Por lo general, para poder acceder a una pensión de jubilación, es necesario haber cotizado al menos 15 años (5.475 días) a la Seguridad Social. De estos 15 años, al menos 2 deben estar comprendidos dentro de los 15 años inmediatamente anteriores al momento en que se solicita la pensión.

Con estas cotizaciones, los trabajadores tendrán derecho solo al 50% de su base reguladora. La base reguladora es el resultado de dividir entre 350 entre las bases de cotización acumuladas durante los últimos 25 años (300 bases de cotización).

Ahora en el caso de que la cuantía resultante fuera inferior a la pensión mínima, se completará con el complemento a mínimos (que está sujeto a límites de ingresos) hasta alcanzar la cuantía mínima establecida cada año.

Cómo se calcula el tiempo cotizado a la Seguridad Social

Para calcular el tiempo cotizado a la Seguridad Social, es necesario tener en cuenta que se considerarán únicamente las cotizaciones efectivas realizadas por el trabajador. Es decir, los periodos en los que ha trabajado y contribuido al Sistema de la Seguridad Social.

A estas cotizaciones se pueden sumar las cotizaciones asimiladas, que son aquellos periodos reconocidos como cotizados según la ley o el reglamento, aunque no se haya trabajado. Por ejemplo, puede cuando se ha estado cobrando el paro o el subsidio para mayores de 52 años.

En estas cotizaciones no se podrá incluir la parte proporcional correspondiente a las pagas extraordinarias en el cálculo del tiempo cotizado. Para obtener el total de días cotizados, se suman todos los días cotizados durante la vida laboral del trabajador, considerando tanto las cotizaciones efectivas como las asimiladas.

Por ejemplo, si un trabajador ha cotizado durante 20 años, pero 2 de esos años corresponden a un periodo en el que ha estado cobrando el paro (cotizaciones asimiladas), se suman estos periodos: 18 años de cotizaciones efectivas (6.570 días) más 2 años de cotizaciones asimiladas (730 días), dando un total de 7.300 días cotizados.

Qué pasa si al llegar a la edad de jubilación no alcanzó el periodo mínimo de cotización

Si no se llega a los 15 años cotizados, no se puede acceder a la pensión contributiva de jubilación, pero sí a la pensión no contributiva de jubilación. Esta es una prestación de carácter asistencial que tiene como objetivo garantizar un nivel de ingresos mínimos suficientes, pero aún así es necesario cumplir con ciertos requisitos para acceder a la pensión no contributiva.

Por norma general, los trabajadores se jubilan al llegar a su edad ordinaria de jubilación legal. Esta ha ido retrasándose cada año (en 2024 está fijada en 65 años con un período de cotización de 38 años o más, y si ese período es menor, en 66 años y 6 meses). Ahora bien, en el caso de que al llegar a esta edad no se cumpla con el requisito de cotización, el trabajador podrá seguir trabajando para alcanzar dicho período mínimo y así poder acceder a la pensión de jubilación contributiva.

En España no hay un límite de edad para dejar de trabajar. Es decir, que al llegar a nuestra edad legal de jubilación, si la persona trabajadora lo desea puede demorar su jubilación. Así lo refleja el artículo 35.1 de la Constitución Española en el que establece que “todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo”. Por otro lado, la Seguridad Social permite demorar la jubilación para que los futuros pensionistas pueden cobrar una mayor cuantía.