Al llegar el final de la vida, muchas personas se plantean cómo dejar su legado. Ese legado se materializa en el testamento, el documento que permite decidir a quién se transmitirá la herencia, ya sean hijos, familiares o personas cercanas. De ahí que tanto el testamento como la herencia adquieran una importancia esencial, no solo en el plano jurídico, sino también en el familiar y emocional.
En este sentido, Laura Lobo, abogada especialista en herencias y conflictos familiares, ha explicado en una entrevista al canal de YouTube “Seres Mortales” este tema y aclara que heredar no significa únicamente recibir casas o dinero. “También se heredan las deudas y las obligaciones fiscales de la persona fallecida, como la obligación de presentar el IRPF pendiente”, advierte.
La sucesión puede producirse con testamento o sin él, lo que en este último caso da lugar a la sucesión intestada. “Si hay testamento, la persona decide a quién deja sus bienes. Si no lo hay, es la ley la que determina quién hereda”, recuerda la abogada. Aquí entra en juego la regulación del Código Civil (que se puede consultar en este Boletín Oficial del Estado), que establece tres partes en la herencia en territorio de derecho común, que son la legítima estricta, la mejora y la libre disposición.
Los llamados herederos forzosos (hijos, padres en defecto de estos y cónyuge) tienen derecho a recibir sí o sí una porción mínima de la herencia, lo que limita la libertad absoluta del testador.
“Hacer testamento es obligatorio si queremos evitar problemas”
Uno de los errores más frecuentes, señala Lobo, es no hacer testamento. “Hacer testamento es obligatorio si queremos evitar problemas. Cuando no lo hay, es necesario iniciar una declaración de herederos, un trámite más largo y costoso que un simple testamento”, explica.
La abogada insiste en que el testamento no solo sirve para repartir bienes, sino también para tomar decisiones de calado: “Puedes designar un tutor para tus hijos menores, un administrador para tus bienes o un albacea que garantice que se cumpla tu voluntad”.
Aunque emocionalmente pueda resultar complicado, Lobo explica que el testamento “es un acto de generosidad hacia la familia, porque evita discusiones y simplifica el proceso sucesorio”.
“Las donaciones generan además una ganancia patrimonial que tributa en el IRPF del donante”
La entrevista aborda también una de las grandes dudas habituales que es si es mejor dejar una herencia o hacer una donación en vida. “El impuesto de sucesiones y el de donaciones son el mismo tributo, pero cambian las reglas según la comunidad autónoma”, puntualiza Lobo, algo en lo que también coincide la notaria María Cristina Clemente.
Ahora bien, aclara un aspecto menos conocido y es que “las donaciones generan además una ganancia patrimonial que tributa en el IRPF del donante. Hacienda entiende que existe un incremento de valor y lo grava como tal”. Por ello, la abogada advierte de que optar por la donación como fórmula para esquivar impuestos puede salir más caro que heredar por vía de testamento.
“La desheredación tiene un fuerte impacto emocional: se percibe como una expulsión de la familia”
Laura Lobo explica que la desheredación no es un acto libre, sino una figura jurídica estrictamente regulada, algo en lo que coincide con la abogada Irene Gramage. “La desheredación no es otra cosa que privar de la legítima a los herederos forzosos, y solo puede hacerse por las causas tasadas en el Código Civil”, subraya.
Entre esas causas se encuentran haber atentado contra la vida del testador, negar alimentos o haber provocado daños graves. Sin embargo, la abogada advierte: “Muchas personas quieren desheredar a un hijo porque no se hablan con él, pero esa no es una causa suficiente en derecho común”.
Además, recuerda que la desheredación no queda cerrada con el testamento: el afectado puede impugnarlo, abriendo la puerta a largos procedimientos judiciales. “Más allá de lo económico, la desheredación tiene un fuerte impacto emocional: se percibe como una expulsión de la familia”, concluye.
“El testamento nos da la libertad de decidir y evita que las familias se rompan”
La abogada Laura Lobo insiste en que la mejor forma de proteger a la familia es anticiparse. Recuerda que a partir de los 14 años ya es posible otorgar testamento en España, aunque lo recomendable es hacerlo cuando se tienen hijos o bienes de cierto valor. “Hay que preguntarse a quién queremos beneficiar y qué problemas familiares pueden surgir. Un testamento bien hecho permite proteger a los hijos, a la pareja y ordenar la herencia de forma clara”, explica la experta.
En su mensaje final, Lobo recalca que planificar la herencia no debe entenderse como un trámite frío, sino como un acto de generosidad y previsión: “El testamento nos da la libertad de decidir y, al mismo tiempo, evita que las familias se rompan por cuestiones patrimoniales”.
