La presión de la Inspección de Trabajo sobre el cumplimiento de la jornada y los descansos gana fuerza. Según la Memoria 2024 de la ITSS, el pasado año se realizaron 35.500 actuaciones en materia de tiempo de trabajo que desembocaron en 9.500 requerimientos y 11.945 infracciones, con sanciones propuestas por 15.210.437 euros. En el foco de esa campaña, las horas extraordinarias motivaron 3.148 actuaciones y 986 infracciones, por 2.026.913,50 euros. Además, la línea específica de registro de jornada sumó 9.097 actuaciones y 1.869 infracciones, con multas por 2.990.241,60 euros.
La intensificación no es nueva, ya que desde 2016, una instrucción de la Dirección de la Inspección reforzó este control, unificando en 2017 las campañas bajo el paraguas de “tiempo de trabajo y límite legal de horas extraordinarias”. En 2024, las infracciones en esta materia representaron el 47,8% del total detectado en relaciones laborales, por delante de la transgresión de la normativa de contratos (16,7%) o de salarios y finiquitos (8,9%).
El Gobierno prepara ahora una reforma del registro horario con la que pretende aflorar las horas extra no retribuidas ni compensadas con descanso. El propio departamento que dirige Yolanda Díaz viene subrayando que la prioridad es atajar los incumplimientos de jornada y la precariedad ligada a prolongaciones no declaradas. En paralelo, la ITSS mantendrá campañas específicas en 2025 para reforzar este frente, según su planificación interna.
Más allá del fichaje, la Memoria muestra otras medidas para hacer cumplir la ley. En 2024 se activó un plan de choque contra el fraude en los contratos a tiempo parcial, en el que se ampliaron 41.987 jornadas (29.001 por el plan y 12.986 por la acción ordinaria) para ajustarlas a las horas realmente trabajadas. Además, se avanzó contra la temporalidad irregular: 77.787 contratos temporales pasaron a indefinidos con la combinación de ese plan y la actividad ordinaria.
El capítulo salarial ofrece, asimismo, un termómetro de conflictividad. La campaña específica sobre salarios y condiciones retributivas cerró 2024 con 25.506 actuaciones (todas las materias vinculadas a esa campaña), 5.524 requerimientos y 3.408 infracciones por 10,84 millones de euros, a los que se añaden 28.298 actuaciones estrictamente en materia de salarios, recibos y finiquitos, con 2.225 infracciones y 10,56 millones en sanciones.
El refuerzo inspector se deja notar también en otros frentes sensibles. En cesión ilegal de trabajadores se practicaron 1.564 actuaciones y 282 infracciones, con 4,93 millones en sanciones propuestas; en intermediación laboral, 336 actuaciones sobre ETT y 51 sobre agencias de colocación.
Esta memoria deja dos ideas, en la que, por un lado el control de la jornada es hoy la principal fuente de infracciones en relaciones laborales y, por otro lado, el registro de jornada se revela como herramienta útil para objetivar el cumplimiento y destapar prolongaciones no pagadas. Ahora, la clave será si la nueva regulación permite cerrar la brecha entre las horas trabajadas y las declaradas, en un mercado donde la propia estadística laboral apunta a un volumen relevante de horas extra sin retribuir. Mientras se concreta el texto, la ITSS seguirá empujando con campañas específicas y cruces de datos que, a juzgar por las cifras, ya están teniendo impacto.

