El Gobierno de España, en Consejo de Ministros, ha aprobado la prórroga de la rebaja del IVA de la cesta básica de alimentos. Estos, desde el pasado final del mes de diciembre cuentan con un IVA reducido, pasando del 4% en condiciones habituales a ese 0% al que abocó el adverso contexto marcado, con hechos como la inflación o la guerra en Ucrania, que dispararon los precios a máximos históricos. La persistencia de precios altos mantendrá la rebaja de este tipo impositivo para no mermar más si cabe el nivel adquisitivo.
“Estamos pendientes de los datos de los precios en junio, que no conoceremos hasta final de mes, y el jueves tendremos el primer avance. Pero sí se ve que el precio de los alimentos sigue estando elevado. Por eso creemos que se tiene que mantener, pero siempre vinculado a cómo vayan evolucionando los precios en los próximos meses”, ha apuntado Calviño. La medida, por tanto, será de evaluación permanente.
Dentro de estos alimentos, que contaban con una fiscalidad superreducida por tratarse de adquisiciones básicas y universales en la cesta de la compra, se engloban: pan común, masa de pan común congelada y harinas panificables; leches producidas por cualquier especie animal: natural, certificada, pasterizada, concentrada, desnatada, esterilizada, UHT, evaporada y en polvo; los quesos y los huevos; las frutas, verduras, hortalizas, legumbres, tubérculos y cereales.
La pasta y los aceites vieron, por su parte, como su IVA, en este caso de categoría reducida, pasaba del 10 al 5%. Estos no se consideran de base un producto de IVA superreducido como los anteriores, pero son considerados temporal e informalmente productos básicos y habituales en la cesta de la compra. Todo ello sin contar que son dos de los productos, junto a las mantequillas, panes comunes, leche y huevos, de los que más se han encarecido, con subidas entre el 25 y el 50%.
La inflación subyacente, clave
El alza de precios comenzó a desinflarse de la mano de la llegada del 2023, confirmando esos síntomas de debilidad continuada y tendencia a la baja a mitad del año. Así, la inflación de mayo rozó su mínimo en dos años hasta situarse en el 3,2% interanual. Pero no así la inflación subyacente, que continúa mostrando más resistencia, como evidencia ese 6,1% de su tasa interanual.
La inflación subyacente, que mide el incremento general de precios pero descontando elementos más volátiles como la electricidad o los combustibles, es la que se usa como base de referencia para adoptar medidas, como ocurre en este caso. En otras palabras, la moderación de precios aún está lejana.
Por ello, asociaciones como Aecoc reclamaron en los últimos meses la prórroga del escudo social anticrisis desplegado por el Gobierno y que ha generado un ahorro de 421 millones de euros en los hogares españoles en sus primeros cinco meses en vigor.
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