El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ofrece varias prestaciones y subsidios por desempleo para los jóvenes menores de 30 años para aquellos que hubieran perdido su trabajo de manera involuntaria. La cuantía y duración de estas depende de la situación económica y familiar del beneficiario.
Actualmente, el SEPE cuenta con 2 tipos de ayudas que son: la prestación contributiva por desempleo (más conocida como el paro) y los subsidios por desempleo. Al paro se accede cuando se ha cotizado un mínimo de 360 días en los últimos seis años. Por otro lado, el subsidio por desempleo está diseñado para aquellas personas que no han alcanzado suficientes cotizaciones para acceder al paro o que, tras habiendo agotado el paro, sigan en situación de desempleo.
En lo que respecta a los subsidios por desempleo, hay que tener en cuenta que estos quedarán derogados con la nueva reforma de los subsidios por desempleo aprobado el Ministerio de Trabajo, liderado por Yolanda Díaz. Esto no quiere decir que desaparezcan, sino que se unificarán para aumentar su cuantía, su duración y su accesibilidad, siendo compatibles, por ejemplo, con un trabajo.
Prestación contributiva por desempleo
Como hemos dicho, la prestación contributiva por desempleo, comúnmente conocida como paro, es una ayuda destinada a los trabajadores que han cotizado al menos 360 días en los últimos seis años. Tanto la duración como la cuantía dependerá del total e importe de las cotizaciones por desempleo, ojo, que no son lo mismo que las cotizaciones a la Seguridad Social.
La duración de la prestación puede variar desde los cuatro meses hasta un máximo de dos años. Para recibir dos años de paro, se requieren al menos 2.160 días cotizados (consultar duración del paro).
La cuantía de la prestación se calcula en base a la base reguladora del trabajador. Durante los primeros 180 días de desempleo, el beneficiario recibirá el 70% de la base reguladora. A partir del día 181, esta cantidad se reduce al 60% hasta que el beneficiario encuentre empleo o agote la prestación.
Hay que tener en cuenta que habrá siempre unas cuantías máximas y mínimos. La cuantía mínima mensual es de 560 euros, mientras que la máxima puede llegar hasta 1.575 euros mensuales para aquellos desempleados con dos hijos o más a cargo.
Subsidios por desempleo
El SEPE dispone de tres tipos de subsidios específicos para los menores de 30 años, que son, el subsidio por insuficiencia de cotización, la ayuda familiar y el subsidio extraordinario por desempleo (SED).
Para acceder a cualquiera de estos será necesario carecer de ingresos superiores al 75% del Salario Mínimo Interprofesional (850,5 euros al mes), estar inscrito como demandante de empleo y firmar el compromiso de actividad al solicitar el subsidio. El importe de esta ayuda es de 80% del IPREM (480 euros al mes).
Subsidio por insuficiencia de cotización
El subsidio por insuficiencia de cotización es una ayuda destinada a aquellos desempleados que no tienen derecho a paro, pero que cuentan con al menos tres meses de cotización por trabajo. Según el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), es preferible cobrar el paro, ya que este puede dar acceso a subsidios adicionales como la ayuda familiar.
La duración será de seis meses en caso de que haya cotizado seis meses o más y no se cuente con responsabilidades familiares. En el caso de que el menor de 30 años cuente con cargas familiares, la duración será de 3, 4 o 5 meses, si ha cotizado 3, 4 o 5 meses, respectivamente, y de 21 meses si se ha cotizado por 6 meses o más (se aprueba en periodos de seis meses hasta agotar su duración).
Ayuda familiar
Los jóvenes menores de 30 años que, tras agotar el paro, sigan desempleados y además cuenten con responsabilidades familiares, podrán solicitar la ayuda familiar. La duración de esta ayuda depende de paro agotado. Es decir, a más duración de paro, mayor será la duración:
- Si se ha agotado una prestación contributiva de al menos 4 meses, se tiene derecho a 6 meses de subsidio, prorrogables hasta un máximo de 18 meses.
- Si se ha agotado una prestación contributiva de al menos 6 meses, se tiene derecho a 6 meses de subsidio, prorrogables hasta un máximo de 24 meses.
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