El Pleno del Congreso ha aprobado este mismo martes la ley que permite que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) no tribute en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), ahora solo habrá que esperar a que sea publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) para su entrada en vigor.
La reforma, que se incorpora a través de una enmienda en la ley de responsabilidad civil y seguros en la circulación de vehículos de motor (según han recogido desde Europa Press) introduce una deducción de 340 euros anuales para quienes perciben un salario inferior al SMI, fijado actualmente en 16.576 euros al año.
Para los contribuyentes cuyos ingresos se sitúan entre el SMI y los 17.256 euros, la deducción se reduce progresivamente. Según el texto legal, la deducción máxima solo será aplicable cuando la base de los rendimientos del trabajo no supere el SMI y se irá ajustando en función de la diferencia entre este umbral y el ingreso real del trabajador.
Con la nueva regulación, el importe deducido no podrá superar la parte proporcional de la suma de las cuotas estatales y autonómica que corresponde a los rendimientos netos del trabajo.
Una medida que provocó tensiones en el Gobierno
La exención del SMI en el IRPF ha provocado tensiones dentro del Gobierno de coalición. Mientras que la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, sostenía que las últimas subidas del salario mínimo obligaban a que este empezara a tributar IRPF, desde Sumar, con Yolanda Díaz a la cabeza, se defendía la necesidad de mantenerlo exento.
Esta discrepancia generó enfrentamientos públicos, tanto desde Sumar como por parte del Partido Popular y Podemos, coincidiendo en la petición de revertir la tributación para los perceptores del SMI.
Finalmente, el acuerdo alcanzado ha permitido cerrar la vía parlamentaria con una solución que garantiza que las rentas situadas por debajo del 60% del salario medio puedan deducirse el IRPF en la Declaración de la Renta.
