Ahorrar para comprar una vivienda se ha convertido en una tarea compleja por el arduo contexto financiero. La inflación, su consecuente alza del coste de vida y de la reducción del poder adquisitivo, ha devorado el nivel de ahorros de aquellos que hubieran podido hacerlo durante el confinamiento. Los precios de la vivienda, paralelamente, han ido subiendo, como atestiguan los datos del INE del último año, donde crecieron un 7,4% respecto a 2021.
Las consecutivas subidas de los tipos de interés no están frenando, todavía, ni el coste de los hogares ni su demanda. Como confirma Idealista, la presión de la demanda sobre la oferta creció en 2022 y se situó en niveles superiores a los alcanzados los dos años anteriores.
Sin embargo, existen alternativas, tal y como señala la plataforma financiera de ‘iAhorro’, más allá de negociar el TIN con la entidad bancaria donde se vaya a firmar la hipoteca. El importe creciente de las cuotas, tanto fijas como variables, es otro importe a tener en cuenta y que se ha disparado en los últimos meses en un porcentaje en torno al 50%. Sin embargo, disponer de un colchón considerable de ahorros se antoja clave ante la incertidumbre económica.
Apostar por los depósitos: ahorro ‘forzado’
Ingresar el dinero en un instrumento financiero a plazo fijo como los depósitos implica que no se tendrá la tentación de sacarlo para gastarlo. De esta manera, no estará disponible para el usuario hasta la finalización estipulada de ese depósito con el que, además, se irán generando intereses. Con la política de endurecimiento monetario, estos han subido, lo que producirá que el hecho de que el dinero trabaje por sí mismo cobra mayor sentido. Este tipo de instrumento financiero generará más intereses que, por ejemplo, una cuenta de ahorro.
La cuenta de ahorro, otro trampolín
Sin embargo, como también indica ‘iAhorro’, no se debe subestimar el poder de las cuentas de ahorro, a pesar de que no cuenten con incentivos fiscales. Además de guardar el dinero ofreciendo a la entidad bancaria correspondiente unos intereses a cambio, afianzará los lazos con el banco, ya que exhibirá solvencia económica y capacidad de ahorro, además de la confianza. Igualmente, es otra manera de evitar las tentaciones de invertir ese dinero en otros casos.
Realismo presupuestario
Como indica el término que acuña la plataforma virtual de ahorro, la elaboración de unas cuentas personales lo más realistas posible, y alejadas de la ficción o de supuestos poco probables que se lleven a cabo, reforzará el ahorro y su proposición. Concretizar, apuntando ingresos y gastos, permitirá identificar dónde se puede recortar lo invertido y ahorrar en partidas presupuestarias que podrían considerarse innecesarias.
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