Diferencias entre depósitos y cuentas remuneradas: cuál te conviene más para sacar partido a tus ahorros

Los bancos ofrecen unos intereses por tener el dinero a través de depósitos y cuentas remuneradas. Esta es la diferencia y cuál es más conveniente según el caso.

Diferencias entre depósitos y cuentas remuneradas
Diferencias entre depósitos y cuentas remuneradas: cuál te conviene más para sacar partido a tus ahorros Canva
Lucía Rodríguez Ayala

Cuando se tiene algún dinero ahorrado al que se le quiere sacar rentabilidad, los bancos ofrecen algunas alternativas en la que esto se puede conseguir, obteniendo intereses por el dinero depositado. Entre estos productos bancarios se encuentra los depósitos y las cuentas remuneradas, que a menudo pueden confundirse, pero tienen sus diferencias. 

El funcionamiento de ambos productos tiene puntos en común, como él se ofrecen una rentabilidad por el dinero depositado con base en un tipo de interés pactado con el banco. Con esto lo que se consigue es que durante el tiempo que el dinero esté en la cuenta o depósito cumpliendo con las condiciones estipuladas esté generando unos intereses, y, por lo tanto, se estarán obteniendo beneficios. 

Siendo su objetivo común generar intereses, ¿qué diferencia hay entre ellos? O ¿Cómo saber cuál es más conveniente? En este punto es en el que se deben estudiar las características de cada una de estas alternativas, y es que dependiendo de la situación o de la necesidad de poder disponer de los ahorros a corto plazo, habrá que decantarse por uno u otro.

¿Qué diferencias hay entre un depósito y una cuenta remunerada?

Según explica el Banco de España (BdE) un depósito a plazo es un producto bancario en el que se entrega una determinada cantidad de dinero al banco por un plazo determinado y a su finalización se obtiene la cantidad entregada más los intereses pactados. 

Por otro lado, las cuentas remuneradas, tal y como informan desde BBVA son un tipo de cuenta pensada para obtener rentabilidad, su funcionamiento es parecido al de una cuenta corriente, pero se podrán obtener intereses en función del dinero que haya en la cuenta. 

¿Cuándo conviene elegir cada uno? 

Una vez que se conocen las diferencias entre ambos productos es el momento de elegir, ¿cuál es más conveniente? La respuesta es que depende de lo que se espere y de las condiciones que se esté dispuesto a asumir. 

Si se opta por un depósito se obtendrá una rentabilidad mayor a cambio de no poder disponer del dinero antes del plazo si no se quieren sufrir penalizaciones. Optar por él conviene en los casos de tener un dinero ahorrado que no se tenga pensado utilizar durante ese plazo, porque se disponga de otra cantidad de ahorros para hacer frente a pequeños imprevistos. 

Cabe añadir que además es una inversión segura, ya que las entidades están adheridas al Fondo de Garantía de Depósitos, haciendo que las cuentas depósitos cuenten con una garantía de 100.000 euros por titular. 

En el caso de las cuentas remuneradas, serán más convenientes si se quiere tener más flexibilidad a la hora de disponer del dinero, y siempre y cuándo no se tenga problemas en quedar vinculado al banco con la domiciliación de la nómina o los requisitos que pidan para poder contratar esas cuentas. 

Una vez se tiene claro cuál de las dos opciones se quiere contratar, lo ideal es comparar las alternativas que ofrecen los diferentes bancos. En el caso de las cuentas remuneradas hay algunos factores que se deben tener en cuenta a la hora de elegir.

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