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Un fontanero explica por qué dejó la hostelería para dedicarse a la fontanería: “Nadie creía en mí… todo el mundo se burlaba de mí”

El creador de TikTok cuenta cómo dejó la hostelería para reinventarse como fontanero y montar su propio negocio.

El fontanero explicando su proceso de cómo pasó de ser pizzero a fontanero
El fontanero explicando su proceso de cómo pasó de ser pizzero a fontanero |TikTok @ema.fontanera.val
Antonio Montoya
Fecha de actualización:
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El fontanero valenciano conocido en TikTok como @ema.fontanera.val comparte en uno de sus videos virales cómo pasó de ser pizzero, tras 20 años de trabajo en la hostelería, a fontanero autónomo. Con tono cercano y sincero, comienza diciendo: “Compañeros, hoy os voy a contar la historia de cómo yo pasé de ser un pizzero a ser un fontanero autónomo, que por suerte al día de hoy tienen bastante trabajo.” Este fontanero cuenta cómo dio un giro radical a su vida laboral empezando a trabajar en una profesión que cada vez tiene más demanda y mejores sueldos por falta de relevo generacional.

Ema explica que dedicó dos décadas a la hostelería, su primer oficio: “Toda mi vida he trabajado como pizzero, porque estudié desde pequeño. Hice escuela de hostelería y eso me abrió las puertas para trabajar donde me daba la gana.”

Durante años, disfrutó del trabajo, pero también comprendió que era una profesión muy sacrificada, lo que le llevó a buscar un cambio en su vida: “Luego me harté porque estaba harto de esta vida, porque el problema de la hostelería es que no tienes vida", recuerda sobre lo sacrificada que era su vida antes de pasarse a la fontanería.

Esa frase resume el punto de inflexión. Como muchos trabajadores del sector, decidió dar un giro a su carrera buscando una profesión más estable y con mejor conciliación personal. “Siempre he sido manitas, pero la verdad que no sabía qué hacer y digo, ¿qué puedo hacer para trabajar solo y tener un trabajo de manera digna?”, explica.

“Me salió un curso de fontanería y pensé: esto encaja conmigo”

La historia de su reinvención empezó con un clic. “Empecé a buscar cursos y me salió el curso de frigorista, fontanería y todo eso. Digo, ‘vale, voy a preguntar en una escuela y a ver qué me dicen’. Al final me quedé con el curso de fontanería. Digo, ‘esto es el mejor curso, encaja conmigo’.

Su decisión no fue impulsiva. Mientras estudiaba, siguió trabajando para poder pagar sus gastos: “Trabajaba por la mañana en una heladería, luego por la noche, y los fines de semana estudiaba y hacía el curso.” En un año logró sacarse el título de fontanero y, poco después, amplió su formación: “Digo, a ver, quiero implementar. Me falta el curso de gas. Y me saqué también el curso de gas.”

Su constancia empezó a dar frutos: “Gracias a este curso, de verdad, empecé a trabajar y no a parar nunca.

“A los seis meses me di de alta como autónomo”

Tras un tiempo aprendiendo con una empresa, decidió dar el salto. “Tenía un colega del curso que tenía una empresa y me fui a trabajar con él. Con ellos pude aprender calefacción, calderas, calentadores, instalaciones de gas… Me quedé seis meses con ellos.”

Pero en paralelo, iba construyendo su propio camino: “Por la tarde tenía amigos, clientes, y empecé a hacer cosas por mi cuenta hasta que a los seis meses ya tenía bastante clientela. Dije: ¿sabes qué? Me voy a dar de alta como autónomo.”

Los primeros meses fueron complicados, aunque nunca se quedó sin trabajo. “La empresa donde trabajaba me seguía pasando faena, y mientras tanto iba creando mi cartera de clientes. A los tres meses ya tenía clientes fijos, ya sabes, por el boca a boca.”

“Nadie creía en mí… todo el mundo se burlaba de mí”

Uno de los momentos más personales del vídeo llega cuando recuerda la falta de apoyo que recibió. “Cuando yo empecé con el curso de fontanería, nadie, aparte de una o dos personas, ni la familia, creía en este proyecto. Todo el mundo se burlaba de mí: ‘Tú, pizzero, llevas 20 años, ¿ahora te pones de fontanero? ¿Dónde vas?’.”

Aun así, su determinación fue más fuerte: “Al final no hay que escuchar a nadie. Si tú quieres hacer una cosa, la haces, te pones ahí de cabeza dura. Si eres valiente y te buscas la vida, siempre te va a salir algo.” Su historia es un ejemplo de cómo la perseverancia y la fe en uno mismo pueden cambiar por completo una trayectoria laboral.

“Hay que ser puntual, aseado y educado. La gente tiene que fiarse de ti”

Ya consolidado como autónomo, Ema explica cuál ha sido la clave de su éxito: la confianza.
“Hay que crear contactos. Hay que trabajar con empresas, con clientes particulares, con almacenes de fontanería. Una vez que te conocen y tienes confianza, te pasa trabajo todo el mundo.”

Su reputación, asegura, se basa en algo tan sencillo como cumplir su palabra. “Aquí en Valencia la gente se queja de que los técnicos no son puntuales. Yo digo, mira, mañana a las 10 estoy ahí, y a las 10 toco el timbre. Y la gente dice: ‘¿De verdad estás aquí?’.”

También defiende que la imagen importa: “Siempre ir a casa de la gente aseado, limpio y con una sonrisa. La educación es fundamental. La gente tiene que fiarse de ti. A mí mucha gente me deja la llave en la casa. Hay que crear también esta confianza.”

“Nunca es tarde para cambiar”

El vídeo cierra con un mensaje que ha emocionado a muchos usuarios. “Si queréis cambiar de oficio, si queréis empezar, nunca es tarde. La única barrera que tenemos, la tenemos en la cabeza.” Y concluye con su lema vital: “Si queréis hacer las cosas, se pueden hacer.”

La historia de Ema, el fontanero de Valencia, es la de miles de trabajadores que un día decidieron romper con la rutina, estudiar de nuevo y reinventarse. Con esfuerzo, constancia y una sonrisa, ha pasado de servir pizzas a reparar calderas, y a demostrar que, como él mismo dice, “cuando uno quiere trabajar, trabajo hay.”