La situación de los autónomos en España vuelve a estar en debate tras el testimonio de Rocío Chipont, una trabajadora autónoma que ha denunciado en redes sociales las dificultades para acceder a la baja por maternidad. Su caso ha generado miles de reacciones, ya que no solo refleja los retrasos que sufren los trámites de la administración, sino un embarazo de riesgo que la Seguridad Social no reconoció.
En un vídeo publicado en sus redes sociales, la trabajadora por cuenta propia explica que dio a luz hace dos semanas y que a fecha 26 de octubre la Seguridad Social aún no había reconocido su baja por maternidad.
“Di a luz hace dos semanas. Soy autónoma y aún estoy esperando que la Seguridad Social reconozca mi baja por maternidad”, denuncia al inicio de su vídeo.
Un embarazo con complicaciones sin reconocimiento oficial
Chipont relata que durante la gestación sufrió un episodio grave. “Durante el embarazo he sufrido un desprendimiento de placenta con hemorragia”, explica una imagen del propio sangrado. Sin embargo, asegura que ese episodio “no consta en ningún sitio” dentro del expediente sanitario que maneja la Seguridad Social, lo que ha impedido que se reconociera como un embarazo de riesgo.
Según cuenta, su médico le impuso reposo absoluto debido al riesgo de aborto. A pesar de ello, afirma que el Estado “solo me reconoció dos semanas y me pagó 200 euros. 200 euros es lo que vale la vida de un hijo de autónomo”, lamenta tras recordar que lleva 15 años cotizando.
“Me llamaban cada semana para saber si había dejado de sangrar”
Otro de los aspectos que denuncia es la presión constante para reincorporarse cuanto antes. “Me llamaban cada semana para saber si había dejado de sangrar y podía incorporarme a trabajar lo antes posible”, relata.
Chipont asegura que podría haber simulado que su situación no mejoraba, pero no lo hizo por principios. “Podía haber engañado y haber dicho que seguía sangrando, pero ningún médico, funcionario o profesor se merece que yo defraude la Seguridad Social, aunque ganas no me faltaban”, admite.
Aun así, explica que la responsabilidad siempre recaía sobre ella, “hiciese lo que hiciese, la culpa siempre iba a ser mía. Si volvía a trabajar, era porque yo quería, y si me quedaba en casa, era porque yo quería también”.
Finalmente, decidió reincorporarse a pesar del desgaste físico y emocional por la culpa de que algo pudiera pasar.
La administración no cumple con los autónomos lo que exige a las empresas con sus trabajadores
Además de la baja por maternidad, critica que los autónomos no disfrutan de los mismos derechos que los trabajadores por cuenta ajena, como la jornada laboral reducida o la estabilidad en las bajas médicas. “¿Dónde está mi jornada laboral de 37 horas? ¿Dónde está mi baja de maternidad? ¿Dónde está mi baja cuando realmente se necesita?”, pregunta indignada.
La autónoma compara la exigencia que se impone a los empresarios con la falta de responsabilidad que, según ella, demuestra el propio sistema. “Si a los jefes se les exige, ¿por qué el Estado, que es mi jefe, puede hacer conmigo como trabajador lo que quiera?”, reflexiona.

