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Celia Sánchez, tras su primer año como autónoma: “He facturado 17.946 euros, de los cuales me han quitado 4.556 euros. Me parece abusivo, pero creo que tampoco soy de las peor paradas”

Facturó casi 18.000 euros y terminó con menos del salario mínimo: su caso que refleja la asfixia fiscal de los autónomos en España.

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Celia Sánchez, tras su primer año como autónoma |TikTok (@pasionxcomer)
Fernando García Ferrer
Fecha de actualización:
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Ser autónomo en España sigue siendo, para muchos, un acto de fe más que una opción laboral. En un país donde más de 3,3 millones de personas trabajan por cuenta propia, las promesas de ‘ser tu propio jefe’ chocan con una realidad más dura: cuotas mensuales, impuestos trimestrales y beneficios que a menudo no alcanzan ni el salario mínimo.

Ese es el caso de Celia Sánchez, conocida en redes como @pasionxcomer, que ha decidido contar con cifras reales lo que ha supuesto su primer año como autónoma. La creadora de contenido desglosa su balance económico: ha facturado 17.946 euros en doce meses, pero tras impuestos, asesoría y la cuota de autónomos, su beneficio real ha sido de 13.338 euros, una cantidad que, en sus propias palabras, “es menor que el salario mínimo interprofesional”.

“Gracias a Dios que tengo mi trabajo por cuenta ajena y nunca me he dedicado solo a ser autónoma, porque si no estaría pasando hambre”, confiesa en el vídeo. “Esto no es para fliparme ni muchísimo menos, de hecho, los números son bastante lamentables”.

Casi 5.000 euros en gestoría, cuota e impuestos

En el vídeo revela el contraste entre la expectativa y la realidad. 701,80 euros en asesoría, 1.086 euros en cuota de autónomos (con tarifa reducida) y “el hachazo que te pegan cada 3 meses”: 2.769 euros en impuestos trimestrales, es decir, un total de 4.556 euros pagados al Estado y a gestoría que dejan un margen que difícilmente permite vivir de la creación de contenido.

Celia, que compatibiliza su trabajo como autónoma con un empleo estable por cuenta ajena, reconoce que su nómina es la que le salva de la precariedad. “Yo verdaderamente facturo bastante poco, pero seamos realistas: en un año de iniciar un negocio, sea cual sea, esta facturación creo que es normal. No todas las empresas ni todos los autónomos empiezan con millones”.

“A mí desde luego me parece abusivo, pero creo que dentro de las condiciones que tengo como autónoma y de los rangos de facturación en los que me muevo, tampoco soy de las peor paradas”.

Con su testimonio, pone sobre la mesa una pregunta que muchos trabajadores por cuenta propia se hacen a diario: ¿es disparatada la situación del autónomo en España? La creadora no se queja, dice sentirse afortunada, pero su experiencia revela lo que miles viven en silencio: un sistema que, según muchos autónomos, castiga a los pequeños mientras premia a quienes ya tienen músculo financiero.