Amy Landino dejó la Universidad en 2007 buscando otros horizontes profesionales, fuera de las carreras ‘de siempre’. Se especializó en marketing y redes sociales y emprendió con un canal online como coach de negocios, motivación y productividad. Como asegura en una entrevista publicada por CNBC, genera unos ingresos pasivos de 18.000 dólares al mes (unos 15.600 euros) trabajando cuatro horas al día.
Los ingresos pasivos, como explica BBVA en su blog, requieren una inversión inicial de tiempo, capital y esfuerzo. Después, “se reciben beneficios por el trabajo que se ha realizado previamente y es posible contar con una fuente de ingresos alternativa que permita no depender exclusivamente de un salario ayudando a crear un colchón para imprevistos o ahorrar en el futuro”.
“Tengo un empleo que es completamente diferente al que tenía hace 15 años, y no pasa nada”, asegura. La emprendedora, que ha escrito tres libros y cuenta con varios premios, asegura que el mayor error de muchas personas como ella es que esperan la “idea perfecta”.
“Cuando mis clientes dicen que rechazan ideas esperando a la mejor de todas, lo que están diciendo es que tienen miedo a empezar”. El perfeccionismo que buscan no existe, en su opinión, ya que disfraza el estar ocupados planificando o preparándose cuando se está dejando de lado el trabajo.
“Mi primer vídeo publicado en Youtube fue un desastre”
Cuando comenzó con su negocio de coaching y abrió su canal de Youtube, las cosas no salieron como esperaba. “El primer vídeo que publiqué fue un desastre, tenía mala iluminación, un guión muy básico y un fondo poco apropiado”.
Gracias a eso se dio cuenta de que necesitaba ayuda y se apuntó a varios cursos de formación, al poco tiempo ya tenía claro cómo hacerlo y comenzó a generar estos ingresos pasivos. “Si me hubiera esperado a tener un equipo profesional tal vez nunca hubiera ganado dinero”, ha señalado.
Ahora, a sus clientes les da los mismos consejos. “Tuve una alumna que llevaba dos años preparando un canal en Youtube, la animé a publicar algo sencillo. Grabó un vídeo desde el sofá del salón de su casa, consiguió 100 suscriptores y hoy tiene miles de followers que podrían estar interesados en comprar el canal en algún momento”.
La creadora de contenidos resalta la importancia del error y explica cómo un día subió un vídeo después de una noche sin dormir. “Mi hija estaba enferma y estábamos reformando la casa, el espacio no era adecuado. Dudé si publicarlo o no, estaba floja y no tenía energía”. Al final, le dio al botón de ‘publicar’ y ganó 7.000 dólares (6.064 euros aproximadamente) en patrocinios y publicidad.
“Los que se quedan en la barrera no son los que asumen riesgos, no dejes que sus opiniones afecten a tu trabajo”.
Para ser autónomo hay que tener en cuenta que tropezarán muchas veces
El método de trabajo que emplea Amy, emprendedora autónoma, está teniendo éxito entre su comunidad de seguidores. Pero anima a los que están empezando porque no siempre es así y el autónomo corre el riesgo de tropezar muchas veces y tener que levantarse.
“Rara vez vas a acertar a la primera, pero cada paso mejorará el resultado, el camino hacia los ingresos pasivos sostenibles no va a ser perfecto, sino que es el fruto de la constancia y de querer aprender de cada error”.
Hay que ir “paso a paso”, ya que “cuando empecé, nunca tuve como objetivo llegar al millón de suscriptores sino aprender a comunicar con solvencia a cámara, lo demás llegó después”.
