Condenan a un hombre a prisión por colarse en las casas de sus vecinos a oler sus zapatos

La justicia ha condenado a un joven de 28 años a prisión y terapia tras ser pillado colándose en los patios de sus vecinos para oler sus zapatos.

Condenan a un hombre a prisión por colarse en las casas de sus vecinos a oler sus zapatos Getty
Lucía Rodríguez Ayala

Vivir en una comunidad de vecinos supone ciertas ventajas como poder disfrutar de zonas comunes, pero también puede ser una fuente de conflictos. Convivir no siempre es fácil, los ruidos molestos o los ladridos de los perros pueden ser motivo de discusión vecinal. En este caso el problema fue un poco más allá, y es que uno de los residentes ha sido condenado por alterar el orden púbico al colarse en las casas de los vecinos para oler sus zapatos. 

Violar la privacidad de los vecinos es un límite que no se debe sobrepasar, aunque en ocasiones puede ocurrir incluso con la instalación de una mirilla digital. No obstante este nuevo caso ha cruzado fronteras. Y es que ha ocurrido en Grecia, donde un Tribunal ha condenado al acusado a un mes de prisión. 

Según explican desde el medio ‘Greek reporter’ este hecho tuvo lugar en la localidad de Sindos, muy cerca Tesalónica. Uno de los vecinos denunció al condenado, de 28 años, tras pillarle entrando al patio de su casa para oler sus zapatos y los de su familia. Algo que al parecer no era un hecho aislado, ya que había ocurrido en otras ocasiones y con otros vecinos. 

Deberá someterse a terapia como parte de su condena

El joven, según la denuncia, y tal y como él reconoció más tarde ante la justicia, había entrado en varias de las viviendas cercanas para oler los zapatos de sus vecinos. Lo llevaba haciendo unos seis meses, hasta que el vecino denunciante, al pillarlo dentro de su propiedad, avisó a la policía. 

En las declaraciones recogidas en el citado medio, se refleja que pese a que en ocasiones anteriores alguna vecina que lo conocía habló con él al respecto y lo negó todo, en el momento en que lo pillaron ‘in fraganti’ “comprendió inmediatamente que lo que estaba haciendo” y en ningún momento se mostró agresivo. 

De hecho, según declararon los testigos en el juicio, pudieron preguntarle el motivo por el que se colaba en las casas para oler los zapatos de sus vecinos, a lo que respondió “Porque mejora mi vida”.

En este sentido, el joven se ha declarado culpable, y mostrado arrepentido por su comportamiento, aunque ha dejado claro que no es peligroso. “Me siento muy avergonzado y decepcionado de mí mismo. No puedo explicarlo”. 

Aclara además, que durante la época que hacía esto, no estaba pasando por sus mejores momentos, aunque tampoco lo pone como una excusa y asegura que buscará ayuda para comprender el motivo de su actuación y que no empeore. 

El vecino que lo ha denunciado, se muestra comprensivo ante su problema, y añade que le gustaría ayudarle a poner fin a su extraño comportamiento, según aclaran desde el medio griego. 

En España su condena podría haber sido mayor

En el caso de nuestro país, la pena para este joven podría haber sido incluso mayor, y es que el artículo 202 del Código Penal, establece que “El particular que, sin habitar en ella, entrare en morada ajena o se mantuviere en la misma contra la voluntad de su morador, será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años.”

Si las entradas en domicilio ajeno se realizan utilizando la violencia o intimidación, el delito se agrava y la pena “será de prisión de uno a cuatro años y multa de seis a doce meses”.

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