La Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en marcha la operación retorno de las vacaciones de verano. Gran parte de esos casi cien millones de desplazamientos en los que cifró sobre finales de junio sus previsiones, tomarán parte a partir de este primer fin de semana de la segunda quincena de agosto, la última del mes más concurrido en las carreteras españolas.
El organismo dirigido por Pere Navarro contará para velar por una conducción segura con un dispositivo especial conformado por una flota de 780 radares fijos de control de velocidad, de los cuales 92 son de tramo, 545 radares móviles, 245 cámaras y 15 furgonetas camufladas para control del uso de móvil y cinturón de seguridad, además de helicópteros y drones y todo el personal humano de la Guardia Civil y los trabajadores en la sede de la DGT.
Los ‘guardianes antivelocidad’ de la DGT
Con la renovación de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial el pasado año 2021, Tráfico intensificó su inversión en su flota tecnológica. Además de adquirir un notable ejército de drones, también compró nuevos radares. Como los radares "en cascada". La DGT ha implementado radares móviles que se colocan unos metros o pocos kilómetros después de un radar fijo. Esto puede ser una sorpresa para los conductores que no estén al tanto al regresar a sus hogares.
Hay que tener en cuenta, además, que los radares siempre están activos. No tienen horarios de funcionamiento y trabajan las 24 horas del día, los 7 días de la semana. La DGT tiene tres tipos de radares en funcionamiento: fijos, móviles y de tramo. Los de tramo son radares que miden la velocidad media de un vehículo en un tramo determinado de la carretera. No miden la velocidad de paso, sino el tiempo de paso. Para anticiparse y asegurarse sobre a qué velocidad hay que circular por determinados tramos, existen aplicaciones como Google Maps que ofrecen avisos de radar para ayudar a los conductores a evitar multas.
¿Qué son los radares de obra?
Se vigilará el uso del teléfono móvil al volante, se reforzarán los controles antialcohol y drogas, además, de, obviamente, el respeto a los límites de velocidad de cada vía. Esta, la de conducir a una velocidad por encima de la permitida, es la causa de mayor número de accidentes. El importe de las multas por exceso de velocidad varía en función del grado de infracción cometido y del tipo de vía donde se haya producido el hecho, pudiendo llegar hasta los 600 euros. En vías urbanas, el exceso inferior a 20 km/h tiene una multa de 100 euros.
En este sentido, Tráfico expande el uso del radar de obra, tras su éxito en Cataluña después de ser aprobado en 2022 para su entrada en acción. ¿Qué es el radar de obra? Son dispositivos de control de velocidad puestos en marcha para controlar la velocidad de los conductores en tramos de carretera donde se están realizando obras. Tienen como fin reducir el número de accidentes en estos tramos y garantizar la seguridad de los trabajadores y evitar accidentes con graves consecuencias.
Su funcionamiento es sencillo. Al principio de cada tramo de obra se avisará con una señal amarilla en la que se establece el límite de velocidad permitida en ese tramo en el que se está trabajando. Si el conductor la supera, será multado.
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