El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el reglamento de incentivos al empleo para los beneficiarios de Ingreso Mínimo Vital (IMV), que entrará en vigor a partir de 2023. El objetivo es impulsar la inclusión al mercado laboral de sus perceptores, una finalidad que ha motivado al Gobierno a promover otras medidas como el Sello de Inclusión Social.
Tal como avanzó el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, en el Foro Líderes Responsables de la Fundación Seres, con estos incentivos se regula que los receptores del IMV puedan compatibilizar la prestación con los ingresos procedentes de las rentas del trabajo o de la actividad económica por cuenta propia. La finalidad es evitar la llamada ‘trampa de la pobreza’.
Se entiende así un doble rasero con esta iniciativa: favorecer la inclusión laboral y alejar el “desincentivo” al empleo. Esto es, que los beneficiarios de la ayuda de la Seguridad Social no estén desalentados en buscar trabajo o trabajar más horas por miedo a perder el IMV o ver reducidos sus ingresos. En este sentido, Escrivá puntualizó que muchas de las personas que cobran esta prestación, destinada a los colectivos más vulnerables, están en ocasiones subempleadas.
Cómo funcionarán los incentivos al empleo
La intención del Gobierno, a través del ministerio de Escrivá, es fomentar la inclusión laboral de las personas que perciben el IMV. Para alentar a que sus beneficiarios mejoran sus condiciones laborales, no solo se garantizará el mantenimiento de sus rentas, sino que serán superiores con los incentivos.
De ese modo, los preceptores que mejoren su empleabilidad, cobrarán más con la prestación. Para ello se ha creado un mecanismo especial que se centrará especialmente en tres grupos: los hogares con menores, las familias monoparentales y las personas discapacitadas.
Este mecanismo, como ha explicado la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, “se calculará de oficio”, en función de los cambios que se hayan producido en la situación del beneficiario.
Cálculo de los incentivos
Cuando los ingresos por trabajo del beneficiario del IMV, ya sea a cuenta propia o ajena, alcancen hasta el 60% de la Renta Garantizada para su tipo de hogar, recibirá gracias a este incentivo al empleo un aumento en su renta disponible de la misma cuantía. También se verá aumentada cuando las subidas de sus ingresos se sitúen entre el 60 y 100% de su renta garantizada. En este último caso, el incentivo variará en función de tres parámetros:
- La presencia o no de menores: será más alto en familias con niños.
- La composición del hogar: será más alto para las familias monoparentales y con discapacidad.
- La experiencia previa con el mercado laboral: se dará mayores incentivos a las personas que se incorporan al mismo y que no estaban trabajando con anterioridad.
Los incentivos, que entrarán en vigor en enero de 2023, se mantendrán incluso aunque los aumentos salariales superen el umbral de Renta Garantizada del tipo de hogar, si bien se verán reducidos. Para explicar esta medida con un caso práctico, el Gobierno ha puesto el ejemplo de una familia monoparental:
La Renta Garantizada de una familia monoparental es de 10.737 euros al año, que aquí coincidiría con el IMV al no tener otros ingresos. Al año siguiente, consigue obtener 1.000 euros por ingresos del trabajo, ¿cómo le afectaría en el cobro del IMV? Si antes se deberían de restar a la prestación, quedando en este caso 9.737 euros, ahora se le sumarían. Así, con el incentivo la ayuda sería de 11.737 euros.
Cómo solicitar los incentivos al empleo
Los incentivos al empleo del Ingreso Mínimo Vital no se deben solicitar aparte. Se calculará sistemáticamente y se activará de forma automática al revisar la prestación, siempre que se hayan producido cambios en la situación laboral. No obstante, el Gobierno sí ha adelantado que va a poner en marcha un simulador para conocer cómo se quedaría su cuantía. Se espera que esta herramienta comience a funcionar en las próximas semanas.
Ingreso Mínimo Vital: una ayuda para combatir la desigualdad
Tal como explicó este lunes el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, el IMV ha permitido ayudar a más de 1.4 millones de personas en 500.000 hogares. Desde su creación, se pretende sacar de la pobreza a sus beneficiarios con esta renta mínima, siendo el fin principal que dejen de necesitarlo.
De ahí se desgranan medidas como los incentivos al empleo, aunque se puso el foco también en las importancia de acabar con la pobreza infantil. Según Escrivá, solo tres o cuatro de cada 100 niños de familias que reciben el Ingreso Mínimo Vital irán a la universidad. Por ello, defendió que debe de haber “un mínimo de protección” por parte de la Administración del Estado, independientemente de donde se resida.
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