La pensión contributiva de jubilación del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) se recibirá al 100% cuando se cumplan los 65 años y se haya cotizado al régimen contributivo durante 37 años y 6 meses, según se establece en la última modificación de la denominada Ley Escrivá, que entró en vigor a comienzos de 2022.
Si se tuvieran menos años cotizados, para acceder a la jubilación completa debe cumplirse la edad legal, es decir, los 66 años y dos meses. A comienzos de 2022, el Gobierno de España aprobó un aumento de 6.500 millones de euros extra para las pensiones de la Seguridad Social, lo que supuso un incremento de 2,5% para las pensiones contributivas.
Con estas aportaciones totales de 36.500 millones, como se recoge en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2022, el gasto en pensiones en España este año compensará el desfase presupuestario del sistema. Al cierre de 2021, el déficit fue del 1% del PIB, unos 12.000 millones de euros, y se espera que en 2022 baje al 0,5%.
En relación a estas previsiones, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, expresó, ayer, 18 de abril, que las pensiones subirán para el próximo año pese a la subida del IPC, que ya ronda los dos dígitos, concretamente, se sitúa en un 9,8% en marzo de 2022.
¿Cuánto hay que cotizar para cobrar la pensión mínima de jubilación?
Como regla general, los años cotizados a la Seguridad Social son importantes para cobrar una pensión de jubilación. No es igual acceder a una no contributiva de 421,40 euros mensuales que obtener una pensión de jubilación por 1.206,43 euros al mes, el importe percibido medio en 2022.
Para tener derecho a una pensión contributiva hay que tener un periodo cotizado mínimo de 15 años o 5.475 días, ya se sea trabajador que cotice por el régimen general o por cualquier otro.
En cuanto a los años para acceder a la prestación por completo de jubilación, según recoge la Ley de la Seguridad Social, se deben ir incrementando con el paso de los años hasta 2027, con el fin de garantizar el actual sistema de pensiones.
Así, para el 2023 la percepción íntegra de la pensión de jubilación requiere 37 años y nueve meses cotizados (se incrementan en tres meses), si se decide retirarse a los 65 años. En caso de haber cotizado menos, la edad aumenta hasta los 66 años y seis meses (dos meses más). La escala va sumando hasta llegar al 2027, cuando se tendrá que haber cotizado al menos 38 años y 9 meses, como mínimo, para jubilarse a los 65. En caso contrario, habrá que esperar hasta los 67 para cobrar el 100%.
¿Qué ocurre si no se llega a los 15 años cotizados?
Todos aquellos trabajadores que cuenten con una cotización inferior a los 15 años cuando quieran optar a una pensión de jubilación, deben acceder a una pensión no contributiva, es decir, aquella que otorga el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO). En 2022, la pensión no contributiva de jubilación se sitúa en los 421,40 euros mensuales, y las pensiones mínimas son de 105,35 euros al mes.
Las personas trabajadoras que hayan cotizado al régimen de la Seguridad Social, una vez finalicen su vida laboral, no pierden el derecho a cobrar la jubilación. La diferencia radica en, que según los años cotizados podrán acceder a las contributivas que son administradas por la Seguridad Social y en el caso de que no los tengan, acceder a las no contributivas del IMSERSO.
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