Pocas cosas desesperan tanto al volante como intentar arrancar el coche y que lo único que se escuche sea un seco clic. La batería es un componente indispensable para poner en marcha el motor y también una de las principales fuentes de averías. Y según un veterano mecánico estadounidense, la mayoría de esos sustos se pueden evitar con un gesto tan sencillo como limpiar los bornes.
Scotty Kilmer no es un desconocido en el mundo del motor. Con más de 55 años de experiencia a sus espaldas y casi siete millones de seguidores en sus redes, se ha convertido en una referencia global para consejos de mantenimiento casero. En uno de sus vídeos, el especialista explica cómo alargar al máximo la vida útil de la batería y evitar gastos innecesarios.
Recomendaciones para alargar la vida de la batería del coche
El mayor enemigo, asegura, es la corrosión. Ese polvo blanquecino o verdoso que aparece en los bornes no es simple suciedad: “la corrosión crea resistencia eléctrica y hace que la batería trabaje más”, advierte Kilmer. Dicho de otro modo: la batería se sobrecarga y se desgasta mucho antes de lo necesario.
La primera recomendación es limpiar periódicamente los bornes para que la resistencia eléctrica no obligue al sistema a trabajar de más. Pero Kilmer recuerda que toda batería, por buena que sea, pierde capacidad con el tiempo, y que a partir de los dos o tres años conviene someterla a un chequeo. “Haz que la prueben con una de estas máquinas un par de veces al año, te dirá cuándo está fallando”, explica.
El consejo final es cambiar la batería antes de que muera del todo. “Es mejor saberlo con antelación y no quedarse tirado”, sentencia el mecánico. En su opinión, es preferible prevenir la avería que quedarse parado en mitad de la carretera esperando a la grúa.
Otros factores que acortan la vida útil del coche
Más allá de la corrosión y la edad, existen otros factores que reducen drásticamente la vida de la batería como cables flojos o sucios, fallos en el alternador, largos periodos de inactividad o temperaturas extremas. Además, el frío dificulta el arranque y el calor acelera la evaporación del electrolito.
En definitiva, la muerte de la batería es inevitable. Pero siguiendo estas pautas “tu batería durará todo lo que pueda y no te dejará tirado”, concluye Kilmer. Un recordatorio de que el mantenimiento preventivo sigue siendo la mejor inversión para evitar la avería más frustrante del coche.