Una empleada de Alcampo es despedida tras 40 años por su discapacidad para trabajar y al día siguiente la empresa la premia con una medalla

La trabajadora explica que es un despido encubierto por su incapacidad para trabajar en su puesto y lo pondrá en manos de la justicia.

Entrada a un supermercado Alcampo Alcampo
Lucía Rodríguez Ayala

Alcampo ha despedido a una empleada con 40 años de antigüedad debido, según la trabajadora, a su incapacidad para desempeñar ciertas funciones, una situación que se deriva de enfermedades profesionales que la llevaron a tener una incapacidad reconocida. La empleada, que pensaba jubilarse en 3 años recibió, el día después de la comunicación de su despido, una medalla de la empresa por sus décadas de servicio.

Según ha informado el medio francés 'La Voix du Nord', Descamps, Yolande Descamps que ocupaba el cargo de subdirectora del departamento textil en Alcampo en la localidad de Roncq, se ha enfrentado a un procedimiento de despido que considera “una pérdida de empleo encubierta basada en la incapacidad para trabajar”. 

Y es que según explica al medio, a pesar de sus problemas de salud que la hicieron tener que abandonar su trabajo temporalmente, expresó su disposición a reincorporarse en un puesto administrativo con horarios reducidos, puesto que no estaba totalmente incapacitada para trabajar, pero sí para hacerlo en su puesto, lo que equivaldría en España a una incapacidad permanente total. Sin embargo, sostiene que las alternativas ofrecidas por la empresa eran inapropiadas, como un puesto de pescadero en otra región, o vacantes en otros puntos de Europa.

Alcampo califica la entrega de la medalla como un "momento desafortunado"

Pese a que Alcampo ya ha anunciado en cierre de algunas de sus tiendas, esta trabajadora explica que en su caso este no ha sido el problema. Según Yolande, los suyos comenzaron al volver de su baja médica, ya que sus nuevas condiciones no fueron aceptadas por su superior. 

Esto, según cuenta la trabajadora en el medio citado, derivó en un ambiente de presión creciente que finalmente le provocó agotamiento profesional. Durante un tiempo, le fue imposible acercarse al supermercado, un lugar que antes consideraba parte integral de su vida laboral.

A pesar de ello, hizo esfuerzos para adaptarse, solicitando trabajar de 10 a 12 horas semanales en tareas administrativas. Sin embargo, afirma que la empresa no ofreció un puesto adecuado. Esta situación la ha llevado a emprender acciones legales ante el tribunal laboral, confiando en que se reconozcan sus derechos tras décadas de servicio.

Yolande ha señalado que, aunque disfrutó de su trabajo durante gran parte de su trayectoria, el ambiente laboral cambió drásticamente en los últimos 15 años, especialmente tras la centralización de decisiones en la oficina central. Según ella, esto llevó a la pérdida de autonomía en las tiendas y un deterioro del espíritu de equipo que antes valoraba.

Desde el departamento de comunicación Alcampo en Francia, defienden el procedimiento, asegurando que se respetaron todos los plazos legales. Según la compañía, la comisión de reclasificación intentó encontrar un puesto adecuado para Yolande, pero no había vacantes disponibles que se ajustaran a sus capacidades y necesidades.

Por otra parte, justifican la entrega de la medalla por los 40 años de trayectoria como "un momento desafortunado", puesto que es algo que entregan a todos sus trabajadores y pese al despido de Descamps esta merecía el reconocimiento por su dedicación durante tantos años. 

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