El mobbing laboral o más tradicionalmente conocido como acoso laboral, es una situación que cada vez va tomando más relevancia en nuestra sociedad. Hablar de ello ya no es un tabú, las redes sociales han tenido mucho que ver en que cada vez más se visualice unos tipos de situación en el puesto de trabajo que no deben de ocurrir, pero que desgraciadamente siguen ocurriendo.
La psicóloga sanitaria, Macarena García Goldsmith, nos confirma que hay gran parte de pacientes que acuden a consulta por las consecuencias que el mobbing ha provocado en su persona y no por estar sufriéndolo en sí. Muchos lo han normalizado como parte de su ambiente de trabajo. Lo primero que se hace es establecer una alianza terapéutica con el paciente, hacerlo sentir cómodo, que tiene su espacio de seguridad y que no va a ser juzgado. Una vez establecido esto, hay que detectar de qué tipo de mobbing se trata, cómo se originó y cómo es en la actualidad.
Entrar en cuestiones legales por parte de un profesional sanitario como es un psicólogo es algo delicado, como indica Goldsmith, antes de instar a denunciar a un paciente hay que entender la historia y comprender cuál es el origen de este acoso laboral, proponiendo pautas de intervención. A lo largo del proceso terapéutico "valoramos las distintas alternativas que tiene y finalmente es el paciente quien decide si denunciar o no". Dotar al paciente de recursos, estrategias de protección y aprender herramientas para gestionar y afrontar esa dolorosa situación es básico. Solo en casos de una situación muy hostil e insostenible se les propone la baja por salud o denunciar.
Cómo se que estoy sufriendo acoso laboral
El mobbing laboral es la situación en la que una persona o grupo de personas ejercen una presión psicológica extrema sobre un individuo de forma sistemática y durante un tiempo prolongado en el lugar de trabajo de este, provocando, por tanto, daños en su salud. Las repercusiones no solo repercuten en la víctima, sino que también se extienden al resto de su entorno laboral o personal.
Los signos de alerta más comunes para saber si se está sufriendo acoso laboral son la apatía para acudir al centro de trabajo, miedo a las represalias, incomodidad a la hora de desempeñar las funciones, disminución del rendimiento, decaimiento del estado de ánimo, o los pensamientos negativos y recurrentes entre otros, pueden alarmar a la persona y detectar que se encuentre inmerso en esta situación.
Aunque la persona víctima de mobbing puede además desarrollar ansiedad, frustración, problemas de atención, depresión, trastornos del sueño, muscolesqueléticos, psicosomáticos e incluso puede derivar en intentos de suicidio.
Respecto al perfil de trabajadores o personas que lo sufren actualmente, José López Reche, psicólogo en el centro de psicología Kialo de Almería, lo tiene claro. Según su perspectiva, son personas inseguras, sensibles a las señales sociales, sensibles a sentirse señalados, con tendencia a culpabilizarse y con falta de confianza para resolver esta situación. Les cuesta mucho denunciar por miedo a perder su trabajo, a ser aislados, a hacerse notar y a ser juzgados.
Tipos de mobbing o acoso laboral
El mobbing laboral se puede clasificar de dos maneras diferentes, teniendo en cuenta o bien la posición jerárquica en el lugar de trabajo o el objetivo que el acosador pretenda conseguir a través de esta situación.
El mobbing o acoso laboral según la posición jerárquica en el trabajo se puede clasificar en:
- Mobbing descendente o bossing: este se da cuando un empleado con un nivel inferior laboralmente recibe el acoso psicológico por parte de uno o varios empleados que están en una jerarquía superior en la empresa. En resumen, un jefe sobre su empleado subordinado.
- Mobbing ascendente: ocurre cuando un trabajador con un nivel jerárquico en la empresa superior es atacado por uno o varios de sus empleados subordinados.
- Mobbing horizontal: en este caso tanto el hostigador como la víctima se encuentran en un mismo nivel jerárquico dentro de la empresa. Es decir, ocurre de compañero a compañero.
Por otra parte, dependiendo del objetivo que el hostigador pretenda conseguir mediante el mobbing laboral, también se puede clasificar en cuatro tipos diferentes:
- Mobbing Estratégico, se puede decir que este tipo de mobbing forma parte de la estrategia adoptada por parte de la empresa y cuyo principal objetivo es que la víctima rescinda su contrato laboral de forma voluntaria.
- Mobbing de dirección o gestión llevado a cabo por parte de la dirección de la organización y por lo general con varios motivos como pueden ser: echar a un empleado poco sumiso o que no se ajusta a las expectativas que tiene el jefe en él o incluso para llegar a situaciones de esclavismo laboral. Las empresas pueden optar por este tipo de acoso para poder conseguir objetivos y atemorizar a los empleados con el despido si no los cumplen.
- Mobbing Perverso, este mobbing no tiene marcado un objetivo laboral, sino que más bien las causas vienen de que el hostigador posee una personalidad manipulativa y perversa. Este por lo general ejerce el mobbing sobre su víctima a escondidas, sin testigos y manipulando a esta y demás compañeros.
- Mobbing Disciplinario, se da cuando el clima laboral que se respira es que nadie puede llevar la contraria al superior, se emplea para que la/las víctimas entiendan que deben “entrar por el aro”, de lo contrario podrán ser “castigadas”.
¿Qué medidas o acciones puede tomar la empresa para prevenir el mobbing laboral?
Entre las medidas preventivas que las empresas pueden poner en práctica para evitar que llegue a darse mobbing se pueden destacar las siguientes. Aunque como enfatiza Goldsmith, "no basta con tener protocolos de prevención, hace falta que la persona encargada sea capaz de ser objetiva en su función y se evite la protección a los jefes o el amiguismo".
- Promover la participación en la organización del trabajo
- Diseñar canales fluidos de comunicación dentro de la empresa
- Identificar claramente las funciones de cada uno de los empleados
- Implantar diferentes mecanismos de motivación que garanticen el reconocimiento socialmente
- Rediseñar las tareas que puedan ser monótonas o repetitivas
- Elaborar programas de formación con contenidos psicosociales
Como demostrar el mobbing o acoso laboral
La Ley de Enjuiciamiento Civil señala en su artículo 299 los medios de prueba aceptados para hacer uso en un juicio y poder demostrar en este caso el mobbing o acoso laboral.
El primero de ellos que debe de producirse es el interrogatorio de ambas partes, ofreciendo testimonio tanto la víctima como el acosador.
Por otra parte, existen otro tipo de pruebas que se pueden aportar, en la mayoría de los casos los acosadores son muy astutos y no suelen utilizar medios que dejen pruebas, es más, en ocasiones suelen ser anónimos.
Presentar documentos como correos electrónicos, mensajes en las diferentes aplicaciones de mensajería rápida, fotos, vídeos, audios, testigos, informes de asistencia médica o partes de baja laboral son algunas de las vías que tiene la persona víctima de esta situación para demostrar el acoso.
Fuentes especialistas: Macarena García Goldsmith, Colegio de Psicología de Andalucía Oriental AO-06069. Psicóloga y colaboradora en Sebine, Asociación Española de Bio y Neurofeedback.
José López Reche, Colegio de Psicología de Andalucía Oriental AO-06137. Psicólogo en Centro de Psicología Kialo Almería.
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