Jean-Michel (54 años), controlador de tráfico aéreo, habla claro sobre su sueldo: "No se necesita un diploma de bachillerato para empezar en la pista"

Fue dueño de una gasolinera en Puerto Rico antes de empezar a trabajar en el aeropuerto de Orly y ganar esta cantidad.

Jean Michel trabajando en el aeropuerto |Emploi Le Figaro
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Un hombre de 54 años trabaja como controlador aéreo en el aeropuerto de Orly sin tener “diploma de Bachillerato”, tras dedicarse al mundo de los negocios y cobra actualmente entre 2.000 y 2.400 euros brutos al mes, sueldo que podría ser mucho mayor cuando adquiera más experiencia en el sector.

Jean-Michel Merhi, según recogen desde Le Figaro, es un guadalupeño de 54 años que trabaja dirigiendo aviones para la empresa Aviapartner, por lo que es el encargado de orquestar la invisible coreografía que permite que los aviones y sus pasajeros despeguen con seguridad y circulen por el cielo sin problemas. 

“Un aeropuerto es como una pequeña ciudad donde cada acción cuenta”, explica este controlador aéreo, cuya aventura comenzó lejos de las pistas de aterrizaje y los grandes aviones de carga, ya que antes gestionaba una estación de servicio, entre otros trabajos.

"Estudié química, carrera que abandoné, y luego me dediqué a los negocios. Administré tiendas de ropa e incluso una gasolinera en Puerto Rico", recuerda. Su primera experiencia en el mundo de la aviación llegó en 2005. "Entre semana estaba a cargo de la estación y, los fines de semana, trabajaba como técnico de tierra polivalente: me encargaba del aterrizaje de los aviones, la alineación de las ruedas y la iluminación en un pequeño aeropuerto cerca de San Juan".

Un ascenso meteórico: pasó de ser maletero a señalero y luego a controlador

Fue en 2018 cuando tomó la decisión de dejar el Caribe para establecerse en Francia continental. Comenzó como maletero en el aeropuerto de Orly y fue ascendiendo progresivamente: primero como señalero ("el que usa las varitas para guiar a los aviones"), después como jefe de equipo y, desde el verano de 2025, como agente de tráfico aéreo. Su labor consiste en coordinar todas las operaciones en tierra.

"El agente de tráfico aéreo es como un director de orquesta. Todo pasa por mí: la limpieza del avión, el repostaje, el embarque de pasajeros y equipaje", explica. Es responsable de elaborar el plan de carga, fundamental para mantener el equilibrio del avión, y se comunica con los pilotos, los encargados del equipaje, el personal de tierra y los técnicos en caso de incidencia. "Una mala distribución de la carga puede comprometer la seguridad del vuelo", recalca.

El ritmo laboral es intenso, especialmente durante la temporada alta. Jean-Michel realiza turnos de unas ocho horas, con horarios rotativos que incluyen noches, fines de semana y días festivos. "En la pista hay una regla clara: una vez que empezamos a preparar un avión, nos quedamos hasta el final", señala. Las condiciones meteorológicas también representan un desafío: la lluvia, las tormentas, el frío o el calor extremo pueden provocar retrasos. A pesar de todo, su entusiasmo por el trabajo en equipo no se ha desvanecido. "En el sector de la aviación, existe un verdadero espíritu de solidaridad entre todos los que trabajamos. La gente no se imagina cuántas personas se necesitan para que un avión despegue. Cada vuelo es un nuevo desafío".

Cobra entre 2.000 y 2.400 euros al mes

Respecto al salario, "un agente de tráfico principiante gana entre 2.000 y 2.400 euros brutos al mes (o entre 1560 y 1872 euros netos al mes). Con la experiencia, este salario puede ascender a entre 30.000 y 34.000 euros brutos al año (o aproximadamente entre 1950 y 2210 euros netos al mes)", detalla Jean-Michel. A esto se suman bonificaciones (por antigüedad, trabajo de temporada o condiciones meteorológicas adversas) que pueden llegar a los 100 euros mensuales. Algunas aerolíneas, además, ofrecen descuentos significativos en los billetes: "Un viaje de ida y vuelta al Caribe puede costar tan solo 150 euros, pero esto depende de la disponibilidad de plazas".

El sector sigue demandando personal y la formación es accesible incluso sin titulación previa. "No hace falta tener el título de bachillerato para empezar a trabajar en pista", insiste. Los centros formativos próximos a los grandes aeropuertos, como los de Rungis o Tremblay-en-France, preparan a los alumnos para trabajar en tierra, ofreciéndoles amplias oportunidades de crecimiento profesional. 

"Si empiezas joven, puedes llegar muy lejos. Es una carrera muy gratificante", asegura Jean-Michel, que aspira a convertirse en supervisor, responsable de varios equipos. Mientras tanto, comparte su experiencia impartiendo cursos en aeropuertos regionales más pequeños. Aunque siente un fuerte vínculo con Orly, nunca olvida su Guadalupe natal, a la que regresa con frecuencia.

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