Yolanda Díaz y los sindicatos firman el Estatuto del Becario: estas son las claves

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, y los secretarios de los sindicatos CC.OO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, han firmado este jueves, 15 de junio, el acuerdo del ‘Estatuto de las personas en formación práctica no laboral en las empresas’, más conocido como el Estatuto del Becario. Un acuerdo que no cuenta con el apoyo de la CEOE y que tendrá que ser aprobado todavía en Consejo de Ministros, a través de un real decreto. 

Este último punto es importante. Tras la disolución de las Cortes por la convocatoria de Elecciones Generales, se debe aprobar mediante real decreto ley primero en Consejo de ministros, como se ha explicado, y después por la Diputación Permanente, al no poder hacerlo por el Congreso de los Diputados. 

Según ‘El País’, no existiría consenso en el seno del Gobierno, mostrándose contrarios algunos ministerios socialistas, lo que podría mermar su aprobación. Siguiendo con los apoyos, el acuerdo no solo tendría en contra a la patronal, sino también a los Consejos Sociales de las Universidades, a la Confederación Española de Empresas de Formación (CECAP) y a la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE). 

¿Cuáles son los puntos más críticos? A continuación se desgranan las principales claves del Estatuto del Becario, siendo la limitación de las prácticas extracurriculares uno de los principales motivos del rechazo de la CEOE y demás organizaciones implicadas. 

Prácticas limitadas

Las prácticas curriculares, que son las que se realizan durante los estudios oficiales de grado, máster o doctorado, no podrán superar el 25% de las horas concretadas en los créditos ECTS de cada titulación. Un grado de 4 años, se compone de 240 créditos, por lo que estas prácticas no podrían superar los 60 créditos. 

La polémica llega con las prácticas extracurriculares (las que no forman parte del plan de estudios y que se utilizan, en la práctica, para contratar personal de forma barata), que ha centrado las críticas de las universidades y la patronal. Según el estatuto, estas no podrán superar el 15% de las horas que se concreten en los créditos ECTS de la titulación o superar las 480 horas. 

En el caso de las prácticas desarrolladas durante los estudios vinculados a títulos propios de las universidades, la suma total de las curriculares y extracurriculares no puede superar el 25% de los créditos de la titulación, a excepción de los que tengas una duración mínima de 60 créditos que podrán hacer prácticas por un periodo de tres meses.

Número de becarios por empresa

El número de becarios pude alcanzar, como máximo, el 20% total de la plantilla de la empresa. No obstante, las empresas más pequeñas podrán contar con dos becarios. Las compañías, asimismo, les tendrá que asignar un tutor que se encargue de coordinar su formación, pudiendo tener estos como máximo a cinco becarios a su cargo. En el caso de las empresas con 30 trabajadores, solo podrá coordinar a tres como máximo. 

Compensación de gastos

Las empresas tendrán que abonar a los becarios la cuantía mínima que cubra sus dietas, desplazamientos laborales y su manutención, si no existe ninguna beca u otra remuneración que cubra dichos gastos. 

Cotización de los becarios

Desde el 1 de octubre de 2023, todos los becarios tendrán derecho a cotizar. Es una norma que ya está aprobada, ya que se incluye en la reforma de las pensiones, por lo que independientemente de que no se aprobase el Estatuto del Becario, esta norma sí saldrá adelante, aunque los recortes se manifiesten en contra. Según el estatuto, se podrá compatibilizar la prestación por desempleo, más conocida como el paro, con las prácticas. 

Régimen sancionador

El texto también recoge un régimen sancionador, con multas dependiendo de la infracciones. Las muy graves, en su grado mínimo, irán desde los 7.501 a los 30.000 euros; en su grado medio, de los 30.001 a los 120.005 euros; y en su grado máximo, de los 120.006 a los 225.018 euros.