La normativa española concibe una reducción de jornada especial en el caso de los trabajadores con hijos con cáncer o enfermedad grave. En el caso del sector privado, es decir, de los trabajadores asalariados, se recoge en el artículo 37.6 del Estatuto de los Trabajadores, mientras que en el sector público (funcionarios y empleados públicos), se concibe en el artículo 49 de la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP). De hecho, la forma en la que se puede disfrutar de ella en ambos casos es diferente.
En el caso del sector privado, los trabajadores con esta necesidad de conciliación perciben un subsidio de la Seguridad Social, que viene a cubrir la pérdida de ingresos derivada de dicha reducción durante el tiempo de hospitalización o del tratamiento continuado de la enfermedad, pudiendo ir esta desde el 50% (como mínimo) hasta el 99% (como máximo).
Esta ayuda pueden mantenerla hasta que el hijo o hija cumpla 23 años, aunque en caso de discapacidad igual o superior al 65%, se podría alargar hasta los 26 años. Además, para poder solicitarla, ambos progenitores deben de estar trabajando, pudiendo ser beneficiario del subsidio solo uno de ellos.
Sin embargo, en el caso de los funcionarios, esta reducción de jornada funciona de forma distinta. La principal problemática es que, dependiendo de la comunidad autónoma, el porcentaje de reducción de jornada varía, ya que no se exigen los mismos criterios de concesión en todos los casos. Esto, en primer lugar, dificulta el acceso al permiso y segundo, da lugar a que en algunos casos la reducción permitida sea insuficiente para atender la situación del empleado. Es el caso de Lucía García, con una hija enferma que necesita cuidados continuos las 24 horas del día, que a través de ‘Change.org’ ha iniciado una recogida de firmas para lograr una equiparación entre unos y otros, a través de un mayor desarrollo del citado artículo 49 del EBEP.
Equiparación de la ley para acceder a la misma reducción
Esta funcionaria ha logrado ya más de 35.000 firmas para solicitar la equiparación de la reducción de la jornada laboral en los casos de los trabajadores con hijos con enfermedades graves que requieren de cuidados continuos, para que tanto asalariados como funcionarios puedan alcanzar una reducción del 99%, que actualmente solo tienen garantizada los del sector privado.
Tal como explica en la plataforma ‘Change.org’, Lucía García tiene una hija de un año con una enfermedad grave que le obliga a estar 16 horas al día conectada a una bomba de infusión. Por este motivo, reivindica que los progenitores con hijos con cáncer u otras enfermedades graves, como la de su hija, tienen “las mismas necesidades” que los que trabajan en el sector privado, avisando de que “necesitan” que se revise la actual normativa (el EBEP) para poder ampliar este permiso de reducción de jornada hasta el 99%: “A nosotros, ante las mismas circunstancias, solo nos conceden un 75% de reducción”, explica sobre su caso particular.
En este sentido, en su petición, recoge que la normativa “debe garantizar para todos los empleados del sector público, independientemente de su comunidad autónoma, los mismos derechos que se contemplan en el sector privado”. Recuerda que es esencial que se pueda reconocer este máximo, ya que la situación actual está obligando a muchas familias a perder su trabajo, con la consecuente pérdida económica que supone sin que puedan además acceder al subsidio de la Seguridad Social, algo que “la mayoría de familias no nos podemos permitir”. “Solo estamos pidiendo igualdad en los permisos laborales para el cuidado familiar. Mi hija me necesita y no es justo para ella que yo no la pueda cuidar”, finaliza la petición.
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