Un experimento evidencia el éxito de la jornada laboral de cuatro días

La jornada laboral de cuatro días avanza lenta pero a paso firme. En esa transición de pasar de idea revolucionaria a realidad, empresas, gobiernos e instituciones de todo el mundo valoran los posibles pros y los contras de lo que supondría su implantación, algo que marcaría un antes y un después en la humanidad, como pasó con el tope de ocho horas diarias y cinco días semanales de desempeño laboral por ley.

Así, los estudios y pruebas piloto están suponiendo la base más utilizada para comprobar su eficiencia y los potenciales resultados que generaría. El último de ellos lo ha llevado a cabo ‘4 Day Week Global’, una entidad sin ánimo de lucro que persigue un cambio global de jornada laboral a través de la evidencia científica. Durante seis meses, 33 empresas de distintos países instauraron una semana laboral de 4 días, de lunes a jueves, con 32 horas de trabajo y manteniendo el mismo sueldo.

El estudio o experimento, que contó con la colaboración de académicos de la Escuela de Negocios de Harvard, la Universidad de Oxford y la Universidad de Pensilvania, concluyó que los resultandos fueron “excelentes”. Las empresas aludieron haber obtenido mayores ingresos (un 8,14%) y percibido una mejoría en la salud y el bienestar de sus empleados, sobre todo a nivel mental, por lo que 27 de las 33 empresas ya han decidido que no van a volver a la jornada tradicional de cinco días.

Jornada laboral de cuatro días: pasiones personales o conciliación

"Uno de nuestros empleados tiene un padre que sufre una enfermedad y ahora puede pasar tres o cuatro días por semana con él", explica uno de los trabajadores de la farmacéutica irlandesa Soothing Solutions, una de las que participaron en el estudio. Otros aludieron a que descubrieron nuevas pasiones personales en ese mayor tiempo libre o que su salud mental y calidad de vida, en general, había mejorado.

También subrayan el excelente clima laboral. Rent a Recrutier, por ejemplo, duplicó sus ganancias brutas y la productividad de su personal. Sin embargo, el estudio también recalca que no sería posible llevarlo a cabo en todos los sectores. Por ejemplo, la banca o las empresas turísticas no pueden permitirse cerrar un día de la semana o reducir su carga de trabajo en periodos vacacionales. Pero indica como solución los turnos rotativos. 

El cambio, motivado por ‘La Gran Renuncia’ que impulsó la pandemia y el cuidado de la salud mental y la conciliación, también ha llegado a España. “No puede ser que tengamos la misma jornada que hace un siglo”, indicó, alegando que "hay que trabajar para vivir y no vivir para trabajar” y “vislumbrar un futuro mucho más moderno”, Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda del Gobierno recientemente, aludiendo a que el Gobierno sigue trabajando en esa idea, que pasa por el aumento del SMI.

La jornada laboral de cuatro días, una medida de género

"Las mujeres suelen tener trabajos que pagan menos, por lo que tienden a ser las que se cambian a tiempo parcial, incluso si no quieren. Esto puede ser problemático para su trayectoria profesional a largo plazo, sus contribuciones a la pensión y la dinámica de poder dentro del hogar", explica Orla Kelly, socióloga y experta del medio ambiente de la Universidad de Dublín, que indica también que la medida ayudaría a las mujeres a desechar la idea de reducir su jornada o dimitir para cuidar a la familia.