La afiliación en el Sistema Especial de Empleadas de Hogar de la Seguridad Social ha caído un 2,9% en el último año. Se trata de un descenso de casi el 9% si se compara con los datos de 2019, antes del impacto de la pandemia, y que supone el retroceso a unos mínimos que no se registraban desde 2012, al inicio de este sistema.
Según las estadísticas de la Seguridad Social, publicadas por EFE, en mayo de 2024 había 370.247 afiliaciones en este sistema, 11.000 menos que en mayo del año pasado y casi 37.000 menos que hace cinco años, cuando este régimen especial de empleadas de hogar sumaba 406.864.
Se trata de las cifras más bajas desde junio de 2012, donde se registraron 341.770 afiliadas, poco después de ponerse en marcha este sistema. Y que, además, contrastan con el contexto de creación de empleo y de recuperación de los flujos migratorios, y que coinciden además con unos años de nuevos derechos para este colectivo (como el derecho a paro o la próxima normativa de PRL) y de varias subidas del salario mínimo, que afecta especialmente a estas trabajadoras.
Aviso de “sumergimiento” en el empleo del hogar
Ante estos números, el Secretario de Protección Social y Políticas Públicas de CCOO, Carlos Bravo, ha asegurado en declaraciones para EFE que “llevamos meses viendo un goteo a la baja que indica un sumergimiento del trabajo en el hogar”. Este sumergimiento, según Bravo, está ligado a una “relajación” en la concienciación pública sobre la obligación de dar de alta a estas trabajadoras, junto al cumplimiento del resto de sus derechos.
De hecho, el secretario de CCOO apunta que, con los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), la brecha de empleo sumergido es mayor. En el primer trimestre, 577.000 personas declararon estar trabajando en el empleo doméstico, unas 50.000 menos que al inicio de 2019.
La lección que se extrae de estos datos es que muchas de estas personas estarían trabajando sin estar dadas de alta en la Seguridad Social, “al menos un tercio de las empleadas del hogar”, ya que muchas de las que sí cotizan trabajan para más de un empleador y, por lo tanto, están afiliadas al sistema varias veces.
Para combatir esta situación, Carlos Bravo considera que “faltan más campañas desde las Administraciones Públicas de información y sensibilización”, al mismo tiempo que apuntar que se necesitan más estímulos fiscales para los empleadores. Por su parte, la responsable de Migraciones de UGT, Ana María Corral, explica también a EFE que estos datos podrían estar vinculados con la recuperación del flujo migratorio especialmente entre las mujeres provenientes de América Latina que, en muchos casos, llegan en situación irregular y necesitan trabajar.
En este sentido, Corral pide “una mayor laboral de Inspección, más campañas dirigidas a denunciar el empleo sumergido y la puesta en marcha de un canal de denuncia seguro en el que las empleadas de hogar puedan informar de irregularidades o abusos”. Ambos sindicatos inciden en que, en ningún caso, el descenso de la afiliación se puede vincular en las mejoras alcanzadas para este colectivo, o a las subidas del SMI.
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